En un giro inesperado, Eduardo Castellanos Roso, quien vestía toga y mazo en la sala de Justicia y Paz, terminó intercambiando sobres con dinero a cambio de favores con un excombatiente.El exmagistrado, que trabajaba en la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá y debía juzgar a los desmovilizados de las AUC, verá ahora ratificada su condena tras aceptar montos millonarios para filtrar información y demorar decisiones en favor de “El Mellizo”.Entregas de dinero y encuentros secretosEntre 2013 y 2016, Castellanos Roso recibió un total de 50.000 dólares, lo que se aproxima a más de 200 millones repartidos en dos pagos de 20.000 dólares y uno de 10.000 dólares. Esos giros llegaron a través de Marco Tulio Quintero Cano, el abogado de Miguel Ángel Melchor Mejía Múnera—alias “El Mellizo”, excomandante del bloque Vencedores de Arauca de las AUC–.Además del efectivo, el exmagistrado asistió a almuerzos, cafés y citas en centros comerciales como Salitre Plaza, Crepes & Waffles y Los 3 Elefantes.Las grabaciones de voz y las capturas de chats muestran cómo concertaban cada encuentro: fijaban hora, lugar y monto; luego, él entregaba el dinero en sobres que pretendían ser “documentos”.Para evitar que sus líneas habituales estuvieran intervenidas, Castellanos compró otro celular en el centro de Bogotá. A partir de entonces, usaron esa línea para coordinar los respectivos pagos y citas.Por esos favores se alargó el trámite de “El Mellizo” en la justicia transicional. Foto:Juan Carlos Escobar MontoyaCuando la Fiscalía comenzó a investigar a Quintero Cano en 2018, Castellanos ofreció y entregó montos extras—entre 3 y 10 millones de pesos por tramo—para que el abogado no revelara en entramado. Ese dinero se pactó en cuotas mensuales de 2 millones de pesos, bajo la promesa de “ayudarle a cubrir sus deudas” si se mantenía en silencio.Antes de esos sobornos, el magistrado ya había filtrado datos sobre audiencias y anticipado cuál sería la posición de los jueces en el proceso de exclusión de cargos por narcotráfico. Y en otro caso, mostró a Quintero Cano un borrador de voto que no había sido presentado por la ponente, lo que permitió retrasar decisiones y alargar el trámite de “El Mellizo” en la justicia transicional.Condena confirmada y sancionesla Corte Suprema desechó los recursos de la defensa y ratificó este mes la condena de primera instancia: 8 años y 4 meses de prisión, una multa de 625 salarios mínimos mensuales legales vigentes e inhabilitación para ejercer cargos públicos por el mismo tiempo.Los argumentos de Castellanos –que las grabaciones violaron su privacidad y se obtuvieron sin permiso– no convencieron a los jueces, que consideraron las pruebas contundentes. Él también presentó un recurso de apelación en contra de la sentencia, sin embargo, la misma lo condenó más adelante por cohecho propio y soborno en la actuación penal.Después de la orden de captura en 2018, el exmagistrado se entregó voluntariamente y quedó recluido en un centro de detención de Bogotá, a la espera de ser trasladado a un penal de mediana seguridad. Con esta confirmación, ya no le quedan más instancias a donde recurrir: la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia dejó firme la condena sin cambios. Castellanos afrontará sus años de cárcel sin opción de apelación.TAMBIÉN PUEDE VER:Juicio al expresidente Álvaro Uribe – Día 29 Foto:DANNA VALERIA FIGUEROA RUEDAESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO

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