En el Bilbao Arena de Miribilla, los hombres de negro, que vistieron esta vez de blanco, sometieron al PAOK de Salónica (72-65) en el partido de ida de la Europe Cup, la competición continental organizada por la FIBA. En un torneo que se decide por la suma de las anotaciones de los dos partidos, los siete puntos de diferencia no son una ventaja tranquilizadora para el partido de vuelta en el Palataki de la ciudad griega, una caldera con capacidad para 18.600 espectadores, aunque los bilbaínos demostraron que, por calidad, son un equipo que puede plantar cara e incluso ganar allí su primer título europeo en su segunda final.Después de un inicio espectacular, en el que el Surne Bilbao solo era capaz de anotar triples, con 15 puntos consecutivos desde detrás de la línea y unos cuantos errores en tiros cercanos, la ventaja se mantuvo en torno a los diez puntos durante el primer cuarto. Con Harald Frey como bombardero, mantuvieron a raya a los griegos durante los diez primeros minutos, aunque cuando el barbudo Massimo Cancellieri, un ídolo para la afición de su equipo, consiguió ajustar la defensa, se cerró el grifo bilbaíno de los lanzamientos de tres. Después de la sangría inicial, el PAOK solo encajó tres disparos más desde los 7,24 metros. No encontraban tanta comodidad, y el porcentaje espectacular del inicio se rebajó al 33% al final.Pero no solo de eso vivía el Surne, aplicado en defensa y en rebote, manteniendo a raya a su rival, pese al acierto anotador de Reynolds y Bartley. Bajó un poco el rendimiento Bilbao antes del descanso al que llegó con siete puntos de diferencia (38-31), y luego, tras anotar la primera canasta de la segunda parte, se atascó, lo que permitió que los griegos empataran (40-40). La virtud bilbaína en esos minutos de apagón atacante fue mantenerse firme en defensa. Durante tres minutos tampoco anotó el PAOK, aunque a falta de 2,30 para llegar al final del tercer cuarto, consiguió ponerse por delante en el marcador y llevar su ventaja a cuatro puntos (44-46).Un tiempo muerto pedido por Jaume Ponsarnau sacó a los suyos de la atonía, y otra vez, firmes en defensa, le cogieron el pulso al ataque. Se volvieron a adelantar en el marcador y un triple de Frey y una canasta desde cerca de De Ridder llevaron la diferencia a los números de la primera parte (63-53). El marcador se estrechó y se anchó en los minutos finales. A 22 segundos del final ganaba el Bilbao Basket por 9 (72-63), anotó Katsivelis para el PAOK a falta de 5, y en la última acción se precipitó Tomasz Gielo en un lanzamiento largo, pero la moneda cayó de su lado porque el triple posterior de Katsivelis de nuevo, no llegó al aro para reducir la diferencia casi a la mínima expresión.Al final fueron siete puntos de renta que los bilbaínos tendrán que defender en Salónica para poder levantar su primer entorchado continental.

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