¿Cambiar el cepillo eléctrico por uno manual hace que los dientes estén más blancos? ¿La cáscara de plátano ayuda a blanquearlos? ¿Beber café o té con pajita evita las manchas en los dientes? Estos son solo algunos de los consejos virales que circulan en redes sociales, junto con otros como no enjuagarse después de cepillarse o usar enjuague bucal sin alcohol. EL PAÍS ha contactado con seis expertos en salud bucal para analizar si estos consejos son ciertos o no, y cuáles son sus trucos para cuidar los dientes. Entre sus recomendaciones destacan el uso de pasta con flúor, guardar el cepillo sin tapa, cambiarlo cada tres meses y utilizar hilo dental o cepillos interproximales.Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas de EspañaÓscar Castro se cepilla los dientes tres veces al día durante al menos dos minutos con pasta fluorada con una concentración de flúor de 1.450 partes por millón (ppm). “Para ello, divido la boca en cuatro cuadrantes y dedico aproximadamente 30 segundos a cada zona”, afirma. Finaliza cepillándose la lengua. Según destaca, un error común es precisamente descuidar la limpieza de la lengua, que puede hacerse con un raspador lingual.Más información“Hay que cepillarse justo después de comer, salvo si se han consumido ácidos”, señala. En ese caso, aconseja esperar unos 30 minutos. El experto usa un cepillo eléctrico con sensor de presión y temporizador, ya que “es más eficaz para eliminar la placa: Tiene tecnología oscilante-rotatoria, cerdas suaves o medias y un cabezal pequeño para llegar a todas las zonas”. Por la noche, complementa la limpieza con un cepillo interproximal.Sobre los colutorios, recomienda “ser cautos y emplearlos cuando lo indique el dentista”. Desaconseja, además, los enjuagues con alto contenido en alcohol, ya que “pueden irritar mucosas” y los remedios naturales o caseros sin respaldo científico, como el bicarbonato o el limón. Para mantener el color natural de los dientes, sugiere evitar el tabaco y controlar la ingesta de café, té o vino tinto. “Y desde luego, no emplear productos milagro, como los enjuagues en tabletas o el carbón activado, que a veces se ponen de moda, porque desgastan los dientes”, destaca. Insiste en que el color natural del diente varía entre personas: “La obsesión por lo blanco se llama blancorexia y puede volverse perjudicial”.Ana de la Morena Rubio, odontopediatra experta en bebés y niñosAna De la Morena se cepilla los dientes dos o tres veces al día. Prefiere el cepillo manual porque siente que controla mejor la presión y los movimientos que realiza. La experta, que atiende a menores en el Hospital Sant Joan de Déu, aconseja para los niños un cepillo con cabezal pequeño y mango de goma. Los adultos deben elegir según su tipo de encía: “Más suave para aquellos con encía fina y más duro cuando es gruesa”. “El mejor cepillo, ya sea manual o eléctrico, es el que se usa”, bromea De la Morena, que aconseja llevar siempre un cepillo de viaje en el bolso.También recomienda usar hilo dental mínimo una vez al día, siempre “antes del cepillado, para que al aplicar la pasta, el flúor pueda hacer su efecto entre los dientes”. En cuanto a la pasta, utiliza “cualquiera sin importar la marca pero siempre con una concentración de flúor de 1.450 ppm para controlar la aparición de caries”. En redes sociales, hay usuarios que indican sin pruebas que la pasta con flúor es tóxica. “No hay evidencia científica que lo confirme”, asegura la experta. Según explica, el flúor es tóxico si se ingiere en grandes cantidades, pero la cantidad de flúor que se coloca en el cepillo, equivalente al tamaño de un guisante, “no afecta en absoluto a la salud”.Para De la Morena, uno de los errores más comunes es enjuagarse con agua tras el cepillado: “No es necesario. Al hacerlo, eliminamos el flúor de la boca y, por tanto, su efecto protector anticaries”. El mayor error que cometen los padres es dejar que su hijo se cepille “solo y sin supervisión”. La odontopediatra recomienda llevar al niño al dentista con la aparición del primer diente de leche o al primer cumpleaños. Además, aconseja iniciar el cepillado dental desde la aparición del primer diente para que el niño se familiarice con el cepillo y la pasta. Sugiere cepillar a los bebés tumbados en la cama o en el cambiador —no necesariamente en el baño— y siempre utilizando pasta dental con 1.450 ppm de flúor.Paula Matesanz Pérez, vicepresidenta de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA)Paula Matesanz Pérez se cepilla los dientes tres veces al día, siempre después de cada comida. Usa pasta de dientes con flúor y cambia el cepillo o el cabezal cada dos o tres meses. Aconseja realizar la higiene interdental al menos una vez al día con seda o, preferiblemente, con cepillos interdentales: “Es fundamental elegir la herramienta más gruesa que quepa entre los dientes, para que se adapte a sus caras laterales y arrastre la mayor cantidad de placa”.Para prevenir enfermedades orales, aconseja controlar la alimentación. “La mayoría de las familias solo identifican los caramelos y chuches como fuente de azúcares, mientras que la realidad es que muchos alimentos frecuentes de la dieta de los niños, como las galletas, el pan de molde o los snacks embolsados, contienen una gran cantidad de azúcar y causan caries”, cuenta Matesanz, que además es periodoncista y profesora asociada del Departamento de Periodoncia de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).La experta ha evaluado algunos consejos virales que circulan en redes. Asegura que es falso que cambiar un cepillo eléctrico por uno manual influya en la blancura de los dientes, al contrario de lo que indica este video de TikTok. Tampoco es cierto que la cáscara de plátano con limón ayude a blanquear los dientes de forma segura. “Los alimentos ácidos pueden resultar abrasivos y quizá ayudan a quitar manchas de la superficie del diente, pero no tienen la capacidad de penetrar los tejidos en las concentraciones que se necesitan para garantizar un resultado eficaz y seguro”, afirma. Algunos usuarios preguntan en TikTok si beber café o té con pajita sirve para evitar las manchas en los dientes. Sin embargo, la experta aclara que, aunque el menor contacto con las superficies dentales podría reducir la aparición de manchas, “no es un método preventivo que podamos decir que funciona”.Juan Carlos Pérez Varela, presidente de la Sociedad Española de Ortodoncia (SEdO)Para Juan Carlos Pérez Varela, lo ideal es cepillarse tras cada comida: “Soy consciente de que no siempre es posible, por lo que, como mínimo, recomiendo hacerlo dos veces al día, especialmente antes de irnos a dormir”. Al elegir pasta dental, sugiere optar por productos avalados por profesionales, con entre 1.000 y 1.500 ppm de flúor, evitando aquellos con ingredientes abrasivos que puedan dañar el esmalte.También aconseja usar hilo dental diariamente, preferiblemente por la noche, sin forzar para no dañar las encías, y menciona alternativas como cepillos interdentales o irrigadores bucales, especialmente para personas con ortodoncia o implantes. Después del cepillado, el experto suele usar un enjuague bucal con flúor o antibacteriano para reducir las bacterias y fortalecer el esmalte. No obstante, insiste en que la elección depende de las necesidades de cada persona: “Los hay antisépticos para problemas de encías, con flúor para prevenir caries o específicos para sensibilidad dental”. Y recuerda: “El enjuague bucal nunca es un sustituto del cepillado, sino un complemento”.Entre los errores comunes, destaca cepillarse con demasiada fuerza, no usar hilo dental, enjuagarse la boca con agua después del cepillado o pensar que el enjuague bucal lo soluciona todo. El experto aconseja, además, mantener una dieta equilibrada, reduciendo el azúcar y las bebidas dañinas para el esmalte, y optar por alimentos naturales como frutas, verduras y lácteos. “Siempre recomiendo a mis pacientes beber suficiente agua, ya que esta nos ayuda a limpiar la boca y a mantener una buena producción de saliva, algo imprescindible para una buena salud bucodental”, añade.Isabel Giráldez De Luis, presidenta saliente de Sociedad Española de Odontología Conservadora y EstéticaIsabel Giráldez De Luis se cepilla los dientes con un cepillo manual cada vez que come. “Mi cepillo tiene un cabezal pequeño, ya que facilita el acceso a las zonas más posteriores de la boca y me permite remover bien la placa dental”, explica. En cuanto a la pasta de dientes, usa una con alto contenido en flúor, arginina o nanohidroxiapatita “por su elevada capacidad remineralizante”. Además, opta por un enjuague bucal rico en flúor y con sabor mentolado “para un aliento fresco” y aconseja usar hilo dental con cera cada noche.Cambia el cepillo cada dos meses para evitar la acumulación de bacterias. “El cepillo de dientes está en contacto con restos de comida, placa dental y bacterias, en un ambiente muy húmedo, y además se guarda en el baño con acumulación de agua entre las cerdas del cepillo”, señala. Por eso, aconseja no guardar el cepillo cubierto con la tapa, ya que esta impide que el agua acumulada entre las cerdas se seque. Si las cerdas del cepillo se abren o deforman en menos de dos meses, “estamos haciendo demasiada fuerza al cepillarnos”. En ese caso, recomienda acudir al odontólogo para que revise las encías ante posibles lesiones que afecten los tejidos blandos y duros, como el esmalte.

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