Cada 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermera, una fecha que busca destacar la importancia de una profesión fundamental pero aún invisibilizada. Con motivo de esta efeméride, el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (Codem) lanza la campaña Mejor, pregunta a tu enfermera, una iniciativa que pretende acercar a la ciudadanía la verdadera dimensión de una profesión que es ciencia, vocación, liderazgo y compromiso con la vida.La valía y el reconocimiento a un oficio empieza desde el lenguaje. Hablar de las cosas es situarlas en la realidad. Y la enfermería está formada por profesionales de la salud desde el diccionario de la RAE: “Una ciencia y una disciplina académica, formada por profesionales sanitarios, esencial para el funcionamiento de nuestro sistema de salud”. El cambio en la narrativa comienza con las palabras y es bienvenido, sí, pero todavía está lejos de ser suficiente. Así lo entiende Mar Rocha, portavoz y tesorera del Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (Codem): “Somos los grandes colaboradores del sistema sanitario español”, afirma. “Una figura que acompaña al ciudadano en todas las etapas de su vida: siempre hay una enfermera cerca de las personas. Y eso es sinónimo de cuidado, ciencia, investigación, diagnóstico y educación en salud. Es una profesión que tiene que ser visibilizada y prestigiada”. Pero, ¿sabemos ‘realmente’ qué es la enfermería?“Hoy en día, las enfermeras somos profesionales altamente cualificadas, con una sólida formación universitaria que incluye Grado, Máster, Especialidades y Doctorado”, incide Rocha. “Somos científicas del cuidado, educadoras en salud, líderes en equipos multidisciplinares y gestoras de recursos en contextos cada vez más complejos”. En esa línea, se dedican a diagnosticar necesidades de cuidados, tomar decisiones clínicas autónomas, intervenir en situaciones críticas, desarrollar investigaciones que mejoran la práctica asistencial y diseñar programas innovadores de prevención y promoción de la salud. “Nuestro trabajo no solo trata de curar y cuidar, sino de acompañar, prevenir y garantizar el bienestar integral de las personas en todas las etapas de su vida”, concluye.El lector quizá se vea sorprendido ante la cantidad de competencias que una enfermera asume hoy en España. Además de su ubicuidad –no solo trabajan en hospitales, sino que están en colegios, empresas, centros educativos, atención domiciliaria, servicios de urgencias…– la formación alcanza ya el más alto nivel académico, con posibilidad de especialización vía residencia (EIR) en seis ramas diferentes (como, por ejemplo, Salud Mental o Geriatría) y opción a Doctorado en Ciencias de la Salud. “Lideramos, además, múltiples estudios académicos: sobre adherencia terapéutica en enfermedades crónicas, cuidados paliativos, gestión del dolor, salud mental adolescente, prevención de infecciones en entornos hospitalarioMás allá de sus tareas más visibles, los profesionales de enfermería lideran múltiples estudios académicos: en cuidados paliativos, en gestión del dolor, en heridas y úlceras, por ejemplo.xavierarnau (Getty Images)El diagnóstico enfermero es una de las competencias clave que define su autonomía profesional. Las enfermeras analizan de forma independiente las necesidades de cuidado de cada persona, valoran su estado físico, emocional y social, e identifican problemas reales o potenciales que requieren intervención. Y, por supuesto, prosiguen con la labor asistencial, inestimable en un país cada vez más envejecido y “con más necesidades y patologías y dependencia”: “Estamos en una época en que hay que incidir en la autonomía y la preservación de la salud del paciente. Diseñamos planes individualizados de educación para la salud que fortalecen la autonomía del paciente y su entorno, fomentando conductas saludables, el manejo de enfermedades crónicas y la prevención de complicaciones”, afirma Rocha.Los más formados y los menos reconocidosLa enfermería, en España, ha vivido un intenso desarrollo en los últimos 50 años que, como explica Pedro Soriano, enfermero y director de comunicación del Codem, “nos coloca a la cabeza de Europa en cuanto a preparación”. Pese a todo, las condiciones tienen que mejorar, en su opinión. “Necesitamos una planificación de recursos humanos realista y justa, acorde a nuestra formación académica, que garantice ratios seguros. Cada vez hay más pacientes y menos tiempo, y eso afecta directamente a la calidad de los cuidados”. De hecho, en Europa la media es de 8,4 enfermeras por cada 1.000 habitantes, mientras que en España se queda en 6,2 enfermeras por 1.000 habitantes. Un déficit que, continúa Soriano, es uno de los principales retos del sector, sobre todo a medio y largo plazo: “Tenemos mucha carga asistencial, muchos pacientes en cada vez menos tiempo. Eso afecta a la calidad del cuidado, a sentir que estamos realizando un trabajo digno”.La difícil conciliación laboral y los contratos de corta duración son otros escollos que enfrenta la profesión. “Si no hacemos visible nuestra realidad, las administraciones no van a invertir. Y no van a apostar por más enfermeras”, apostilla Mar Rocha.Por eso, el lema del Consejo Internacional de Enfermeras que comparte el Codem para su día internacional se basa en el cuidado a los propios enfermeros, el cuidado a los que cuidan: Nuestras enfermeras. Nuestro futuro. Cuidando de las enfermeras, reza. La idea, de nuevo, está en poner en el debate público los desafíos físicos, mentales, emocionales y éticos de la profesión. Y cuestiones específicas que Rocha considera claves: “Por ejemplo, pedimos que se nos deje prescribir en nuestra área de conocimiento como sí pueden hacer otras profesiones. O que nuestra categoría profesional se actualice para que podamos alcanzar algunos puestos de responsabilidad que ahora nos están vedados. Y que por formación académica sí nos corresponderían”, reivindica.Hoy, quien estudia Enfermería obtiene un grado universitario. Puede especializarse vía residencia y puede doctorarse. “Las enfermeras y enfermeros alcanzamos la formación universitaria máxima. Estamos preparados para liderar y trabajar de manera autonoma dentro de nuestras competencias”, insiste Soriano.Soluciones prácticas, en definitiva, que pongan a estas profesionales en el centro del sistema de salud, lugar que ya ocupan de manera efectiva, pero todavía sin “el pleno reconocimiento a nuestras competencias, formación y funciones reales”, demanda el colectivo. Concluye Rocha recordando cuál es la función principal de la enfermería en España: “Educamos para que las personas estén más sanas. Y trabajamos para que todos vivamos mejor, con más salud. Por eso hay que cuidar de esta profesión”.

Lo que no se sabe de Enfermería: investigación, puestos de responsabilidad y una formación que envidia Europa | Sociedad
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