La decisión de la fiscal Zeneida de J. López de reabrir la investigación que hace un año se le había cerrado a la exvicefiscal Martha Mancera, por su supuesto encubrimiento a Francisco Martínez, alias Pacho Malo, y por sus presuntos beneficios al narcotráfico, generó reacciones de lado y lado. Tanto su defensa como la denunciante, la exfiscal Angélica Monsalve, se pronunciaron cruzando posturas ante lo determinado por López como delegada ante la Corte Suprema.En un oficio de seis páginas, la funcionaria del ente acusador indicó la semana pasada que por un informe –que incluyó notas de prensa– elaborado en febrero por Fabián Ordóñez, el jefe del CTI, es necesario reabrir el caso para escuchar a los testigos contra Mancera: los agentes Pablo Bolaños y Fabio González, hoy en juicio porque habrían integrado la red que debían desmantelar.Y es que ellos fueron quienes hace cinco años se encubrieron para saber si ‘Pacho Malo’ –también funcionario de la Fiscalía– tenía nexos con el narcotráfico en el sur del país. En cumplimiento de esa tarea, Bolaños se habría enterado de presuntos beneficios que habría dado Mancera a la red criminal, versión que él le contó a la entonces fiscal Angélica Monsalve.Francisco Martínez Ardila, alias Pacho Malo. Foto:CortesíaFue ella la que denunció a Mancera y Luisa Fernanda Obando, exdelegada para la Seguridad Territorial en la pasada administración de la Fiscalía que según los testigos también habría beneficiado a ‘Pacho Malo’, ya que tenía el poder de mover y remover fiscales.Pese a que el entonces fiscal Víctor Salcedo determinó en enero de 2024 que no había pruebas para mantener abierto el proceso, el 15 de mayo que pasó la fiscal López –quien asumió su puesto– concluyó que sí. Por eso busca escuchar a los agentes Bolaños y González, a quienes no se había oído antes porque alegaban problemas de seguridad. La exfiscal Angélica Monsalve es quien radicó la denuncia. Foto:Archivo particular”Efectuar todas las actividades de corroboración que sean del caso en torno a los aspectos relacionados en dicho informe, siendo de especial importancia insistir en la práctica de las entrevistas de quienes no acudieron a rendirlas por las circunstancias anotadas”, dice el documento. Para percatarse de que ambos puedan hablar, el ente acusador incluyó en su decisión la misión de evaluar si como testigos ellos están en riesgo.La reapertura no gustó en los equipos de defensa de Mancera y Obando. En diálogo con EL TIEMPO, Juan David Bazzani, apoderado de la exvicefiscal, calificó como un “gravísimo error” que la entidad se haya basado en trabajos de prensa, “y no por la aparición de una prueba nueva como lo exige la ley. Me niego a pensar que esto está en conocimiento de la cúpula de la Fiscalía, pues es imposible que desde allá se avale semejante decisión”, remató el penalista haciendo énfasis en el despacho de la fiscal general, Luz Adriana Camargo.Juan David Bazzani, defensor de Mancera. Foto:Archivo particularSus palabras hicieron eco en la exfiscal Monsalve. En su cuenta de X reiteró, entre varios puntos, que Mancera “sabía de la presunta intervención de ‘Pacho Malo’ en narcotráfico y tráfico de armas; sin embargo, no hizo nada para evitarlo, y por el contrario, decidió dejarlo en el mismo cargo durante tres años más”.Por su parte, el penalista Juan Felipe Criollo, defensor de Luisa Obando, le comentó a este diario que este desarchivo por oficio no es algo regular en la Fiscalía, lo que le genera sospechas. “Se están basando en hechos notorios y no en pruebas nuevas. Estamos evaluando tomar medidas frente a esta situación”, cerró el abogado que aterrizó como apoderado de la exdelegada tras la noticia de desarchivo.Juan Felipe Criollo, abogado de Luisa Obando. Foto:Archivo particular.Carlos López – Justicia – @CarlosL49 – carben@eltiempo.com

Shares: