Rusia ha vuelto a elegir la táctica del terror al situar en el centro de la diana a los civiles. Dos misiles balísticos han caído a primera hora de este domingo en una zona residencial del centro de la ciudad de Sumi, en el noreste de Ucrania, junto a la frontera rusa. Según el balance aún provisional, al menos 34 personas han muerto, entre ellas dos niños; y más de 117 han resultado heridas, 10 de ellas menores de edad. Es uno de los ataques rusos más mortíferos en tres años de invasión a gran escala. “En este brillante día de Domingo de Ramos”, ha dicho el alcalde de Sumi, Artem Kobzar, en su perfil de redes sociales, “nuestra comunidad sufrió una terrible tragedia”. La matanza se produce un mes después de que Ucrania aceptase la propuesta de Estados Unidos de alto el fuego por un periodo de 30 días. Una oferta ante la que el Kremlin ha guardado silencio. “Solo un bastardo podría actuar así. Quitándole la vida a gente corriente”, ha manifestado el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, en un mensaje.La provincia fronteriza de Sumi colinda con la rusa Kursk, donde se libra una de las batallas clave en la actual contienda. El ejército ucranio, que penetró por primera vez en Kursk el pasado septiembre, controla aún allí cerca de 70 kilómetros cuadrados de suelo ruso, y aguanta la gran contraofensiva lanzada por Moscú. Según la información difundida por las Fuerzas Aéreas ucranias, el bombardeo sobre el centro de Sumi, a unos 48 kilómetros de la linde, ha llegado desde el vector de Kursk, donde Rusia acumula a 67.000 soldados. Moscú ha informado de avances hacia Sumi, en concreto con la captura de la localidad de Zhuravka, algo sobre lo que Kiev no se ha pronunciado.“Un terrible ataque con misiles balísticos rusos sobre Sumi”, ha informado Zelenski en sus redes sociales. “Los misiles enemigos impactan en una calle normal de una ciudad, en la vida normal: casas, instituciones educativas, coches en la calle… Y esto ocurre un día en el que la gente va a la iglesia: el Domingo de Ramos, la fiesta de la Entrada del Señor en Jerusalén”. Solo 48 horas antes, el líder ucranio había visitado el escenario trágico de otra matanza, esta vez ocurrida en su ciudad natal, Krivói Rog. También allí, el pasado 4 de abril, un misil balístico acabó con la vida de 20 personas; entre ellas, nueve niños.Poco después de las diez de la mañana de este domingo sonaron las alarmas en el sector central y oriental de Ucrania, incluida la capital, Kiev, por la posibilidad de un bombardeo con misiles balísticos. La velocidad de vuelo de estos proyectiles, algunos de ellos hipersónicos, hace que la alerta se extienda a lo largo de cientos de kilómetros del país. Unos minutos después empezaron a llegar noticias de que al menos dos de estos misiles habían impactado en Sumi, en el centro, entre las calles Vulitsia Magistraska y Petropavlivska, una zona residencial en la que se localizan varios complejos universitarios. La temperatura era suave de un día soleado, por lo que había gente en las calles.Las imágenes difundidas por el alcalde Kobzar son estremecedoras. Cadáveres tirados por el suelo, coches en llamas, fachadas reventadas… Según el mensaje del primer edil de la ciudad, el ataque ha afectado a edificios residenciales y no residenciales. En una de las grabaciones realizada desde la confluencia de las dos calles, y difundida por el propio Zelenski, se puede ver los cuerpos de muchos civiles sobre el suelo. El ataque golpeó al paso de un autobús público, sobre el que además cayó de lleno un árbol arrancado de cuajo por la fuerza de la explosión. Hubo víctimas en su interior. Las primeras hipótesis apuntan a que Rusia utilizó misiles de tipo Iskander M, con capacidad de cargar hasta 700 kilogramos de explosivos y un alcance de hasta 500 kilómetros.La provincia de Sumi fue objetivo ruso en los primeros compases de la gran ofensiva lanzada el 24 de febrero de 2022. No obstante, el ejército ucranio logró repeler la embestida y echar de la provincia al enemigo en las primeras semanas de abril. En el verano de 2023, la estabilidad en la zona hizo que las dos partes acordaran la apertura de un corredor humanitario entre Sumi y Bélgorod, en Rusia. Pero la situación ha virado.Condena del enviado de EE UU“Se necesita una respuesta mundial fuerte”, ha proseguido el presidente ucranio en su mensaje. “Estados Unidos, Europa, todos en el mundo que quieren el fin de esta guerra y esta matanza. Rusia desea precisamente este tipo de terrorismo y está prolongando esta guerra. Sin presión sobre el agresor, la paz es imposible”. Desde Washington, el enviado especial estadounidense para Ucrania, el general Keith Kellogg, que visitó en viaje oficial Kiev el pasado mes de febrero, se ha expresado en términos muy duros. “El ataque de hoy, Domingo de Ramos, de fuerzas rusas contra objetivos civiles en Sumi rebasa todos los límites de la decencia”, ha dicho Kellogg en redes sociales. “Como antiguo mando militar sé de objetivos [militares] y esto está mal”, ha añadido en un mensaje. El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, ha calificado de “horripilante” el ataque ruso y ha querido recordar el “tiempo y esfuerzo” que están destinando en el Gobierno ha lograr una paz “justa y duradera”.Esta nueva matanza amenaza con hacer descarrilar cualquier clima, aunque sea tibio, de posible negociación para la paz. Se produce dos días después de que el enviado estadounidense a Rusia, Steve Witkoff, viajara a Moscú para relanzar el diálogo con el presidente ruso, Vladímir Putin. Según la versión del Kremlin, la cita entre Witkoff y Putin, que escenificaron con un cálido apretón de manos, fue “productiva” y giró en torno a Ucrania. No hubo más detalles.Como no los hubo del encuentro entre las delegaciones estadounidense y rusa hace un mes en Yeda, en Arabia Saudí, tras aceptar el Gobierno ucranio una tregua de 30 días. Ante la propuesta, Putin puso sobre la mesa condiciones inasumibles por Kiev, como que frenase en seco la movilización y entrenamiento de sus tropas durante un supuesto alto el fuego, así como que se cortase el suministro extranjero de armamento.El silencio de Moscú y el martilleo constante con el que golpea el territorio ucranio y a su población civil ha contrariado incluso al presidente estadounidense, Donald Trump, que urgió el pasado viernes a su homólogo ruso a que se “moviera” hacia un acuerdo de paz. Precisamente tras la matanza de Krivói Rog del 4 de abril, el mandatario republicano se manifestó “cabreado” con Moscú. “Están bombardeando como locos”, dijo en una comparecencia pública desde la Casa Blanca. Un día antes del brutal bombardeo en la ciudad natal de Zelenski, el enviado ruso Kirill Dmitriev, hombre del círculo cercano de Putin, se reunión con varios miembros de la Administración estadounidense en un clima de buen entendimiento.El pasado 25 de marzo, Moscú y Kiev se comprometieron, de nuevo con la mediación de Washington, a un cese de las hostilidades contra los sectores energéticos y en el mar Negro. Un pacto que comenzó con una gran confusión en torno a su entrada en vigor y que no se ha cumplido.Desde Bruselas, las instituciones europeas han condenado de forma tajante el ataque en Sumi. “Un ataque bárbaro, que se volvió aún más vil cuando la gente se reunió pacíficamente para celebrar el Domingo de Ramos”, ha manifestado la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen. “Esta última escalada es un sombrío recordatorio: Rusia fue y sigue siendo el agresor, en flagrante violación del derecho internacional”. La alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea, la estonia Kaja Kallas, ha afirmado en la red X que el bombardeo es un “horrible ejemplo de cómo Rusia intensifica sus ataques mientras Ucrania ha aceptado un alto el fuego incondicional”.En esta misma línea se ha pronunciado el presidente francés, Emmanuel Macron, uno de los líderes europeos más activos en la búsqueda del cese de la violencia. “Todo el mundo sabe que es solo Rusia la que quiere esta guerra”, ha manifestado en la misma plataforma. “Solo Rusia quiere continuar con esto, mostrando su desprecio por la vida humana, el derecho internacional y los esfuerzos diplomáticos realizados por el presidente [Donald] Trump. Se necesitan medidas enérgicas para imponer un alto el fuego a Rusia”. El primer ministro británico, Keir Starmer, que junto a Macron lidera la llamada coalición de voluntarios, ha instado a Putin a aceptar “un alto el fuego total e inmediato sin condiciones”.“La versión rusa de un alto el fuego”, ha indicado también en la red X el primer ministro polaco, Donald Tusk, “Domingo de Ramos Sangriento en Sumi”. El titular de Exteriores español, José Manuel Albares, ha acusado por su parte a Rusia de mantener una “estrategia del terror”. Según la ONU, desde la invasión a gran escala iniciada por Rusia en febrero de 2022, más de 12.700 civiles han muerto y más de 30.000 han resultado heridos. Las cifras reales son mayores, porque en las oficiales no están incluidas las víctimas en territorio ocupado por tropas rusas.Bomberos trabajan en el lugar del ataque con misiles rusos en Sumi, este domingo.Servicio de Emergencias de Ucrania/REUTERS

Al menos 34 civiles muertos por un ataque ruso con misiles en la ciudad ucrania de Sumi | Internacional
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