Esta semana, circula en varios medios de comunicación el rumor de que el IMSS-Bienestar, el proyecto con el que Claudia Sheinbaum planteaba federalizar el sistema de salud mexicano, llegará a su fin por el caos que ha desatado su implementación a nivel nacional.
Y es que, de acuerdo con reportes, en Palacio Nacional se plantea ponerle punto final a esta propuesta de integración que no ha derivado mas que en falta de medicamentos e insumos médicos que tiene a varios hospitales de nuestro país en una crisis que parece agudizarse cada vez más.
Ejemplo patente de lo anterior fue el caso del hospital Aurelio Valdivieso en Oaxaca, que colapsó desde principios de año sin la posibilidad de atender a más pacientes. Posteriormente, y en varios lugares a nivel nacional, médicos de diferentes hospitales regionales llevaron a cabo un paro con el que hicieron de conocimiento nacional que la atención en todas las áreas de los nosocomios se encuentra totalmente rebasada.
El subsecretario de Salud, Eduardo Clark, admitió que la falta de insumos y medicamentos es una realidad en todo el país y que no será hasta marzo y abril quie el suministro comience a regularizarse, sin que exista total certeza sobre cuándo sucederá.
Mientras tanto, las denuncias por negligencia en contra de médicos aumentaron considerablemente, pues al no poder el personal atender a los pacientes con el estándar requerido, se presentan casos de mala praxis médica que la FGR judicializa con ‘mano de hierro’.
La posible desaparición del IMSS-Bienestar deja la duda de cuál será la estrategia del Gobierno Federal para brindar una salud pública que sea eficiente y que pueda solventar las necesidades de la población.
Por otra parte, el gremio médico se encuentra desamparado, pues son ellos quienes dan la cara a los pacientes, exponiéndose a persecusiones y criminalización.