Con sedes en varios países de Asia, durante cuatro años una red dedicada a la explotación sexual de mujeres colombianas delinquió con la participación de cuatro personas que acaban de ser condenados por el Tribunal Superior de Bogotá.Los procesados, que utilizaban a mujeres del Valle, del Eje Cafetero y de Antioquia, son Alexander Cortés, Verónica Cortés, Lay Amador y Brunilda Conde. Este grupo -que tiene vínculos familiares- tenía un rol especial en la organización, pero en síntesis se dedicaba a prometerles a sus víctimas ofertas laborales y económicas que en suelo asiático no se materializaban. En cambio, les hacían adquirir préstamos por hasta 20.000 dólares, cerca de 80 millones de pesos.Plantón contra la violencia sexual. Foto:Sáshenka Gutiérrez. Archivo EFEPrimero, llegaban a Bogotá y después de hacer los papeles de la visa, las enviaban a Macao, en China, o en Singapur y Hong Kong. Allá “las intimidaban, controlaban y las sometían a tratos crueles, las explotaban sexualmente bajo la modalidad de prostitución en beneficio de terceros en bares, discotecas y otros sitios de esa naturaleza”, se lee en el fallo con ponencia del magistrado Julián Rodríguez, de la Sala Penal.Los roles entre familiaTodo eso pasó entre 2011 y 2014 con 10 personas integrando la red, en países como Colombia y Singapur. Verónica Cortés era la que sacaba las visas y las recibía en un hotel de Bogotá. Alexander Cortés era su esposo y el que trasladaba a las víctimas. Brunilda Conde era quien prestaba su nombre para enviar plata y pasaportes e incluso pertenecía a otro grupo similiar. Y Lady Amador era la que ilegalmente fichaba a mujeres en ciudades como Armenia, Quindío. China, uno de los países donde iban las víctimas. Foto:Getty ImagesEn este caso, otra mujer llamada Adriana Cortés -hermana de Verónica y que no aparece como sentenciada- hacía el rol de ‘manilla’ en Hong Kong, es decir, de quien recibe a determinada víctima en un país. A esos países asiáticos llegaban también los conocidos “libros o catálogos”, que contenían fotos de las mujeres explotadas sexualmente. A los estados judiciales, el caso llegó en noviembre de 2015, y un año después se dio la acusación en el Juzgado 8 Especializado de Bogotá, que condenó a las primeras tres personas y absolvió a Brunilda Conde. El fallo fue apelado y el caso escaló al Tribunal Superior.Tribunales de Bogotá y de Cundinamarca Foto:Carlos López/El TiempoPara la corporación, con base en conversaciones de fechas como el año 2012, se puede concluir que Lady Amador si cometió el delito de trata de personas, pues iba al Eje Cafetero a captar a sus víctimas y presentarlas a otro enlace clave.”Amador actuaba en calidad de captadora porque era ella quien buscaba a las mujeres, para lo cual usaba su trabajo en las ciudades de Armenia y Pereira, allí las ubicaba conforme los requerimientos que hacían quienes estaban en Bogotá o los lugares de destino, ello con el fin de obtener ‘la liga’ o la ‘comisión’, lo que descarta entre otras cosas que su actividad fuera la de una simple colega interesada en el bienestar de sus conocidas, porque su móvil era la explotación de otros seres humanos para obtener provecho económico”, dice el fallo.En cuanto a Verónica Cortés, se describe que era “quien daba el visto bueno en punto de las mujeres que ella captaba junto a sus ‘colaboradores'”. Mientras que de Brunilda Conde se tiene conocimiento de que actuó en 2012, “para cuando estuvo contratada como empleada de servicio, como cómplice del delito de trata de personas”.Así las cosas, por el delito de trata de personas sentenció a Conde a seis años y seis meses de cárcel, y a Verónica Cortés y Alexander Cortés a 13 años. El concierto para delinquir que les habían leído en su momento, precluyó porque prescribieron los términos.Carlos López – Justicia – @CarlosL49 – carben@eltiempo.com

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