Un sacerdote de Burgos ha ingresado en prisión por hacerse pasar por mujer para engañar a jóvenes y conseguir fotos o vídeos eróticos. Al cura se le imputa un delito de exhibicionismo y de provocación a través de las redes sociales, pues se valía de ellas para conseguir sus objetivos. Todavía no se conoce con exactitud el número de víctimas. La investigación comenzó porque los familiares de uno de los chavales descubrieron en su móvil fotos de carácter sexual o íntimo y las pesquisas condujeron a este religioso arrestado por la Policía Nacional. El Arzobispado de Burgos ha lamentado los hechos y ha ofrecido su colaboración para resolver lo sucedido: “Siguiendo el protocolo canónico establecido, el arzobispo ha ordenado el inicio del procedimiento de investigación previa y la adopción de las medidas canónicas pertinentes, entre las que se encuentra la suspensión cautelar del ministerio”.La detención del hombre y su posterior ingreso en prisión provisional se ha producido este miércoles. El párroco burgalés contactaba con sus jóvenes víctimas y les exigía fotografías o vídeos de tono erótico con la supuesta promesa de mandarles imágenes de sus pechos, lo cual nunca llegaba a suceder. Los acontecimientos llegaron a instancias policiales hace unos meses, cuando los familiares de uno de los chicos descubrieron que tenía fotografías de sus genitales en su móvil y que las había estado compartiendo. A partir de entonces comenzaron las labores de las autoridades, que permitieron confirmar que ese falso usuario femenino era en realidad un hombre y concretamente el religioso que ha entrado en prisión. La Policía Nacional se centra actualmente en evaluar los terminales móviles o los dispositivos electrónicos del cura para comprobar cuántos archivos de este tipo logró recopilar y de cuántos menores los obtuvo.El Diario de Burgos ha informado de que el implicado “conocía a los chicos de la parroquia y poseía sus números de teléfono, de manera que no tenía dificultad alguna para contactar con ellos bajo una falsa identidad”. Su estrategia consistía en hacerse pasar por una mujer atractiva para seducirlos una vez les contactaba por redes sociales y les mandaba fotografías de mujeres desnudas o en actitudes sexuales. El párroco les prometía seguir mandándoles más imágenes o incluso verse en persona, pero exigía a cambio que las víctimas compartieran con él imágenes o vídeos desnudos y con contenido erótico.La noticia ha generado la reacción del Arzobispado de Burgos, que ha ofrecido su “total colaboración” a la familia de las víctimas implicadas, cuyo número total aún se desconoce. “Ante esta situación, desconociendo aún el alcance de los hechos, queremos manifestar nuestra cercanía, disponibilidad y apoyo a las víctimas y sus familias, lamentando profundamente el daño que se haya podido ocasionar”.La entidad católica también ha informado, a través de un comunicado, de que ponen a la disposición del sacerdote “el acompañamiento necesario para abordar esta situación y ofrecemos consuelo a su familia”. El Arzobispado ha insistido en que “estos dolorosos acontecimientos” no deben provocar que decaiga la “fidelidad” hacia la fe.

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