Quizá el nombre de Jane Sibbett sea desconocido para muchos. Pero seguro que le ponen cara al asociarla con el personaje que interpretó durante años en Friends, serie de los noventa en la que fue la primera esposa de Ross Geller, a quien dejó por una mujer, y madre de su hijo Ben. Una carrera que hoy queda muy lejos de lo que es su vida. En una entrevista en exclusiva con la revista People, Sibbett ha relatado el cambio que ha experimentado su vida por el camino de lo espiritual. Según el testimonio de la actriz, protagonista de la primera boda entre dos lesbianas de la historia de la televisión estadounidense (Friends fue la primera serie que mostró a dos mujeres casándose), su vida ya transitaba la espiritualidad mientras vivía con su marido en Topanga, California. De esa época, Sibbett recuerda que había “mucha actividad espiritual”, y relata cómo ya entonces organizaba sesiones para mujeres (grupos de hasta 100 personas) en su casa y en su rancho. Más informaciónMás adelante, en el año 2015, el matrimonio decidió mudarse a Hawái, donde, además de levantar la productora Wild Aloha Studios, acabaron poniendo fin a su relación. A partir de ese momento, como explica Sibbett en la entrevista publicada este 4 de junio, empezó para ella un proceso de transformación personal que finalmente le llevó a descubrir una nueva vocación: la sanación energética.Jane Sibbett llega a ‘Friendsfest 2017’ en Clissold Park, el 14 de septiembre de 2017 en Londres, Inglaterra.Eamonn M. McCormack (Getty Images)La hasta entonces actriz había estado “produciendo documentales para curanderos que no se llaman a sí mismos curanderos”. En un momento dado, explica que uno de ellos le propuso “pasar de [trabajar en] los documentales a producir los eventos en directo”, lo que significó para ella una “síntesis perfecta de mi creencia en el don de él y lo que hacía y lo que yo estaba haciendo al salir de Friends”. Desde ese momento, Sibbett cuenta que empezó a ayudar a una persona tras otra, hasta que pronto se vio inmersa en el mundo de la sanación energética.Con el tiempo, empezó a ser conocida en ese contexto por sus “manos danzantes”, en alusión a un episodio concreto con un curandero que relata a la publicación: “Me dio un golpecito en el tercer ojo y caí en un estado de éxtasis durante una hora. No había pensamientos, no había miedo (…)”. Después, continúa su relato para People: “Algunas personas se me acercaron y me dijeron: ‘Vemos esta luz que sale de tus manos’, porque mientras estaba bajo [el trance curativo]mis manos empezaron a bailar”.Aún así, Sibbett asegura que en realidad nunca buscó dedicarse a la sanación, sino continuar su carrera en Hollywood. Al mismo tiempo, reconoce, su formación como actriz influye en el desarrollo de su don espiritual: “Una musa es una fuente que surge, y creo que todo actor que se precie sabe que el personaje lo encarna. Llega un momento en que te entregas, así que entiendo por qué mi cuerpo está entrenado para dejarse llevar. Eso forma parte del entrecruzamiento actoral”, lo resume en sus palabras.Jane Sibbett se define a sí misma en su página web como una “actriz, escritora, directora, fotógrafa, productora, defensora y orgullosa madre de tres hijos estadounidense”. A lo que añade: “También está viviendo una historia real como conductora de la energía sagrada, que es el capítulo sorpresa en la vida de Sibbett durante los últimos seis años, alentando a todos a estar siempre preparados para recibir regalos inesperados y alegres en lo más profundo de sus años de sabiduría”. En la actualidad, trabaja en sus memorias —que va a titular About Jane, The Adventures of the Dancing Hands— y organiza sesiones individuales y de grupos online, así como retiros. También participa en una nueva aventura artística llamada Noon Miracles, una plataforma diseñada para reunir a artistas, sanadores y narradores en la que pueden crear y compartir su trabajo.

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