Su nombre no es en absoluto ajeno entre los más cinéfilos, los seguidores de la saga de Harry Potter también le conocen de sobra, pero, para la mayoría del público, Jason Isaacs (Liverpool, 61 años) era casi un desconocido hasta su aparición en la tercera temporada de la serie The White Lotus. El británico ha visto cómo su popularidad se ha disparado gracias a uno de los grandes fenómenos televisivos de los últimos años. “¿Cómo se ha convertido Jason Isaacs en la última estrella renacida de The White Lotus?”, se preguntaba el diario The Guardian hace solo unos días, en alusión al éxito renovado de este actor con décadas de oficio a sus espaldas. Algo similar a lo que sucedió con la actriz Jennifer Coolidge y su personaje de Tanya en la serie, un rol que obsesionó a internet en las dos primeras temporadas.“Espero que las cosas vuelvan a la normalidad, al menos para mí. Es un poco mareante. Es como comer 20 postres. Te sientes como si estuvieras en un estado de euforia y a la vez hay algo en ello que resulta incómodo”, comentó Isaacs sobre su actual popularidad el pasado marzo en Vanity Fair. En sus entrevistas de promoción, el actor no ha dudado en aprovechar el interés que despierta su persona para pronunciarse y posicionarse respecto a la situación política de su país o criticando la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de congelar los fondos destinados a la lucha internacional contra el sida. En muchas de sus apariciones públicas también se ha dejado ver con un lazo amarillo en la solapa de la chaqueta, un símbolo que reivindica el regreso de los rehenes capturados por Hamás el 7 de octubre de 2023.Más información“¿De qué me suena este actor?”, habrán pensado muchos espectadores de The White Lotus, cuyo capítulo final se estrenó este lunes 7 de abril. Pues bien, Isaacs cuenta con una extensa filmografía que abarca cine, teatro y televisión, y que se remonta a los años noventa, si bien su debut sobre los escenarios llegó mientras estudiaba en la universidad. Tercero de una familia de cuatro hijos, el británico se crio en Liverpool en el seno de una pequeña comunidad judía, algo que marcó sus años de infancia. A los 11 años, su familia se mudó a Londres, donde permaneció hasta que se matriculó en la Universidad de Bristol para estudiar Derecho. Allí su vida cambió. Descubrió el teatro y tras graduarse continuó su formación para ser actor. La primera oportunidad se la brindó la televisión, en 1989. Se curtió en ficciones británicas, y a finales de los noventa ya había dado el salto a Hollywood, no sin antes demostrar su talento en la obra de culto Angels in America: A Gay Fantasia on National Themes, representada en el Royal National Theatre de la capital británica.No es de extrañar que su cara resulte de lo más familiar. Isaacs ha participado en algunos de los éxitos de taquilla más emblemáticos del final del siglo XX y principios del XXI, como Armageddon (1998), con un reparto encabezado por Bruce Willis y Ben Affleck, o el drama histórico protagonizado por Mel Gibson El Patriota (2000), donde interpretó al despiadado coronel William Tavington. A pesar de rechazar muchos papeles de malvado —“[después de El Patriota] me ofrecieron a todos los malos del mundo como antagonista de estrellas de primera línea”, dijo en el pasado—, aquel rol dio el pistoletazo de salida a su etapa de villano. El éxito, no obstante, estuvo eclipsado por las adicciones con las que tuvo que lidiar durante años: “Me gustaría disculparme con todas las personas que conocí antes de los 30, era un adicto”, reconoció en una entrevista en The Guardian en noviembre de 2020, cuando cumplía 20 años de sobriedad.Jason Isaacs, caracterizado como Lucius Malfoy, el temible padre mortífago de Draco Malfoy en la saga de ‘Harry Potter’.©Warner Bros/courtesy Everett Co /Cordon PressVolviendo a su filmografía, en 2002 se le vio por primera vez como Lucius Malfoy, el temible padre mortífago de Draco Malfoy. Fue en Harry Potter y la cámara secreta, la segunda adaptación cinematográfica de los libros de J.K. Rowling. El actor conectó así con una nueva generación, y siempre se ha mostrado agradecido a este personaje, con el que rodó un total de seis películas. De hecho, él mismo fue el responsable de que Lucius llevara esa icónica peluca rubia de pelo lacio y el bastón: “Adoraba mi pelo rubio porque me daba personalidad. La única manera de mantenerlo liso era echando la cabeza hacia atrás. Miraba a la gente con desprecio y no tenía que actuar”, bromeó recientemente en la revista Esquire.Fue en esta época, a principios de los años 2000, cuando rodó en España La conjura de El Escorial (2008), una película histórica dirigida por Antonio del Real que aborda las disputas que ocurrieron bajo el reinado de Felipe II entre la Casa de Alba y sus fieles, por un lado, y la Casa de los Mendoza con la princesa de Éboli y Antonio Pérez (el papel de Jason Isaacs), por otro. La cinta no tuvo demasiada repercusión, pero de aquella experiencia Isaacs se llevó el idioma, que chapurrea con bastante habilidad, tal y como ha demostrado al conceder entrevistas con prensa española.Su conexión con España va más allá porque se ha declarado fan de Rafa Nadal y hace unas semanas aprovechó un viaje profesional a Mallorca para pasar unos días en la academia homónima del tenista, tal y como él mismo publicó en redes sociales. “Rafa es el mayor deportista que ha habido en términos de carácter, tan cortés en la derrota como en la victoria, y siempre humilde. En espíritu no le ganan. Hay quien ha tenido mejor revés o mejor servicio, pero en términos de ser un deportista completo, de ser un deportista por dentro y por fuera, nadie se le ha acercado nunca”, dijo a Efe durante su estancia en la isla. “Hemos recibido la visita de miles de jugadores a lo largo de los años… pero pocos con la intensidad y el deseo de mejorar de la estrella de Hollywood Jason Isaacs”, se puede leer en el perfil de la academia de tenis de Nadal, junto a varias imágenes del intérprete practicando el deporte.El de Lucius Malfoy es probablemente el papel por el que más le reconocen, pero la lista de villanos de Isaacs es larga y variada. Ha sido el Capitán Garfio en Peter Pan: La gran aventura; el demente científico Dr. Heinreich Volmer en la serie de Netflix The OA, o el capitán Gabriel Lorca en Star Trek. Sin ser un villano al uso, en The White Lotus su personaje tampoco es un dechado de virtudes. El de Liverpool se mete en la piel del padre de familia Timothy Ratliff, un adinerado inversor de Carolina del Norte que ve cómo su vida de poder y privilegio está a punto de desmoronarse cuando el FBI descubre sus negocios fraudulentos. Encerrado en la jaula de oro que es el lujoso resort de una isla tailandesa donde transcurre la ficción, encuentra su vía de escape en los lorazepam que toma su mujer mientras fantasea con su propia muerte. Patrick Schwarzenegger interpreta a Saxon, el hijo mayor de Isaacs, a quien ha definido como “un mentor”. “Ha sido básicamente una figura paterna para mí… me ha ayudado en las escenas cuando me sentía atascado y pasó mucho tiempo construyendo esa relación padre-hijos con nosotros”, señaló el actor.De izquierda a derecha, Jason Isaacs, Parker Posey, Patrick Schwarzenneger, Sarah Catherine Hook y Sam Nivola, en un fotograma de la tercera temporada de ‘The White Lotus’.MaxDespués de más de tres décadas dedicado a la interpretación, la televisión le ha dado grandes alegrías más allá de la serie creada por Mike White. De hecho, su única nominación al Globo de Oro fue gracias a la miniserie The State Within, un thriller político estrenado en 2006. Está por ver si The White Lotus le proporciona algún reconocimiento en la temporada de premios. Por el momento, continúa dando entrevistas y alargando la promoción de la serie que le ha situado, a su pesar, en pleno foco de atención. Casado con la directora de documentales Emma Hewitt desde 2001 y padre de dos hijas, Jason Isaacs ha explicado que su profesión, siempre de rodaje en rodaje, le impide pasar demasiado tiempo en casa. Su agenda de los próximos meses, con una decena de títulos a la vista, lo confirma.

Jason Isaacs, el villano que logró esquivar la fama hasta que llegó ‘The White Lotus’ | Gente
Shares: