La segunda ola de calor del verano está golpeando en casi toda España y se alargará previsiblemente hasta el domingo. El episodio de temperaturas extremas tendrá su pico el jueves, tanto por los valores máximos como por la extensión de las zonas afectadas, según el pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Por ahora, Extremadura y Andalucía han sido las comunidades que mayor impacto han recibido: el domingo registraron nueve de las diez temperaturas más altas del país. El caso más extremo se dio en la estación de Badajoz-Universidad, donde los termómetros marcaron 43,4°, según datos de la Aemet.Fue en Badajoz, en el Hospital Perpetuo Socorro, donde este lunes falleció un anciano de 85 años de la localidad pacense de Torremayor a consecuencia de las altas temperaturas, según el Servicio Extremeño de Salud (SES), informa José Emiliano Barrena. Las personas mayores de 65 años y los menores de cuatro años son los más vulnerables al calor intenso, así como las embarazadas, las personas con enfermedades crónicas, con trastornos de la memoria o las que reciben ciertos tratamientos como diuréticos, neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes.Inés de la Cruz vive en Salvaleón, un municipio en la provincia de Badajoz, a 50 kilómetros de la capital, y últimamente ha estado sufriendo de mareos por el calor. “Hoy me siento un poco mejor, pero hay días que no puedo con mi vida. Me mareo y no puedo. Es como si se te bajara la tensión”, ha contado por teléfono a este diario. Vive allí desde 1992 y hasta hace “dos o tres años” tuvo que instalar un aire acondicionado, ya que “el verano se puso peor”. Más informaciónRafael Revollo Martín, de 36 años, trabaja desde hace 12 como guía turístico en Extremadura, con visitas a ciudades como Trujillo, Cáceres, Mérida y Plasencia. Todas son al aire libre con alguna entrada a los monumentos. “Solo nos queda adaptarnos a las condiciones meteorológicas”, cuenta, aunque explica que las visitas descienden un 70% durante el verano. Aún así, toma medidas para los turistas que llegan: adelantar el recorrido a primera hora del día o última hora de la tarde, beber agua constantemente, buscar lugares frescos y sombras por el camino, usar protector solar y gorros. “Me complica bastante porque tengo que cambiar las horas y luego el visitante no disfruta lo que debería por el calor”, reconoce.Varias personas caminan en Mérida bajo el sol, este domingo durante el primer día de la ola de calor.Jorge ArmestarAndalucía vive también el azote de la segunda ola de calor del verano, sobre todo en Jaén, Córdoba, Granada y Sevilla. “Lo peor no es que rebasemos los 40° durante el día, que estamos acostumbrados, lo insoportable es que esa temperatura se mantenga por la noche”, comenta Diego Garcés desde detrás del mostrador de un supermercado del centro de la capital andaluza a las 11 de la mañana, cuando un termómetro cercano marca ya los 30°. “Yo ya me he acostumbrado a dormir con el aire acondicionado puesto por la noche, porque ni el ventilador me alivia”, dice en la cola Guadalupe, jubilada, mientras tira del carrito de la compra con una mano y se abanica con la otra.Fred Sinclair arrastra una maleta hasta el portal donde ha alquilado el apartamento turístico en el que se va a hospedar con su mujer y sus dos hijos los próximos dos días. “Somos de Minnesota y hemos estado unos días en Madrid. Allí hacía calor, que nos gusta, pero nos han sorprendido las altas temperaturas al llegar aquí”, explica mientras el resto de su familia se reúne con él con cara de agotamiento. “Dentro de dos días nos vamos a Málaga, a la Costa del Sol, allí hará más fresco, ¿verdad?”, pregunta con una sonrisa de circunstancias. Son casi las dos del mediodía y el termómetro ha subido a los 37º. En la calle, sin embargo, hay veladores donde tanto autóctonos como turistas desafían la ola de calor para comer. Eso sí, en las terrazas que disponen de sistema de vaporización, es donde se concentran más clientes. Es una especie de refugio climático particular, unos espacios de los que la capital andaluza adolece, tal y como recoge el último informe de Greenpeace, Ciudades al rojo vivo, que muestra que Sevilla es una de las capitales de provincia con menor número de refugios climáticos urbanos, solo cinco. El Ayuntamiento ha decidido no habilitar en estos días con previsiones de alerta naranja los pabellones deportivos municipales durante los fines de semana que sí mantuvo abiertos para protegerse de las altas temperaturas en la primera ola del pasado mes de junio. Desde el Consistorio recalcan que se han ampliado los espacios de sombra con la plantación de árboles y la instalación de toldos en más calles y que los centros cívicos de los barrios se mantienen operativos hasta las 15 horas, pudiendo ser utilizados también como refugio climático.En Castilla y León, la Junta ha activado una alerta de riesgo de incendios forestales ante el episodio de ola de calor que sufrirá prácticamente toda la comunidad en los próximos días. La autoridad autonómica ha incidido en que estas condiciones climatológicas pueden propiciar o agravar cualquier llama que se declare por obra humana y para ello se ha prohibido encender fuego incluso en las zonas habitualmente permitidas como barbacoas en espacios de acampada y en espacios con escaso margen, informa Juan Navarro.Temperaturas extremasEste domingo, primer día de la ola de calor, ocho estaciones superaron el umbral de los 42°. La más alta de toda España fueron los 43,4° de Badajoz Universidad. Después sigue la estación de Montoro-Vega Armijo, en Córdoba (42,7°); la de Mérida en Badajoz (42,6°); la de Bailén en Jaén, la de Fuentes de Andalucía, El Travieso, en Sevilla, y la de Minas de Almadén en Ciudad Real (todas con 42,5°); la de Andújar en Jaén (42,3°) y la de EVC Bancarrota en Badajoz (42°). Ya en la madrugada de este lunes, se registraron noches tropicales con mínimas superiores a 20° en amplias zonas de Pontevedra, Extremadura, Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha y la Costa Mediterránea. Y ha habido noches tórridas con mínimas superiores a 25° en varios puntos, destacando los 26,6° de Plasencia en Cáceres, 26,4° en Castillo de Bayuela en Toledo y 26,2° en Sevilla-Tablada.Aemet espera que este martes “desciendan las temperaturas de forma moderada en la vertiente cantábrica, con ascensos ligeros en el sureste peninsular”. Los valores cercanos a 40° se registrarán de nuevo en torno a las principales depresiones del cuadrante suroeste peninsular, siendo probable que se superen los 42° en el entorno del Guadiana y el Guadalquivir.El miércoles 6 y el jueves 7 seguirá haciendo calor en las mismas regiones, con máximas similares superiores a las del martes, “dado que se recuperarán las temperaturas en el norte peninsular y ascenderán en el tercio oriental durante el jueves”. Particularmente para el jueves se espera que se alcancen “los valores máximos del episodio y la máxima extensión de zonas afectadas”.A partir del viernes 8 de agosto, según la Aemet, aumenta la incertidumbre. “El escenario más probable es que el viernes las temperaturas desciendan en el Cantábrico, pero que volvieran a subir por el oeste peninsular, de manera que este episodio de ola de calor se mantendría, al menos, hasta el próximo fin de semana”.En Canarias la tendencia de las temperaturas será ascendente desde este lunes hasta el miércoles, pero se espera que en el archipiélago se cumpla el criterio de ola de calor.

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