Los 57 uniformados que habían sido secuestrados el sábado en el cañón del Micay, en Cauca, recobraron su libertad. Las autoridades desplegaron la ‘Operación Justicia’ para rescatarlos tras haber sido retenidos en contra de su voluntad por cerca de 200 personas de la región, que actuaron instrumentalizadas por las disidencias de las Farc, del frente ‘Carlos Patiño’. Los cuatro suboficiales y 53 soldados alcanzaron a permanecer cerca de 48 horas secuestrados, luego de que los pobladores de la vereda La Hacienda, en el municipio de El Tambo, los acordonaron. El sábado lo hicieron con un primer grupo de 31 militares, y el domingo con otros 26. Durante ese lapso, los estuvieron movilizando en carros por corregimientos, teniendo como último punto la vereda Las Fondas. El rescate, que se produjo durante el consejo de seguridad extraordinario en Popayán convocado por el gobierno central y las autoridades locales, fue anunciado por el Ejército y destacada por el ministro del Interior, Armando Benedetti, quien desde su cuenta de X aseguró que más de 20 personas fueron capturadas en flagrancia por el delito de secuestro. De hecho, también se reportó la incautación de algunos vehículos.Soldados rescatados Foto:Jesús Blanquicet / EL TIEMPOPor su parte, el ministro Pedro Sánchez, de la cartera de Defensa, aseguró que “secuestrar o atacar a un militar o a un policía es también hacerlo contra las instituciones y contra el Estado colombiano. Eso no se tolera. Nuestros soldados y policías tienen absolutamente todo el respaldo del Estado”.Uno de los altos oficiales que tuvo el primer contacto con tropas en terreno que le reportaron el rescate, fue Federico Alberto Mejía Torres, comandante de la Tercera División que dio instrucciones para capturar en flagrancia a hombres vestidos de civil.Militares del Ejército en el cañón del Micay. Foto:Sergio Acero/El Tiempo y archivo particularCríticas a la seguridadEsta difícil situación vuelve a poner sobre la mesa las grietas que hay en cuanto a orden público y seguridad en el cañón del Micay, en donde hace meses el Gobierno anunció la puesta en marcha de la ‘Operación Perseo’, con la cual buscaba afectar las economías ilícitas que se disputan el control territorial de municipios como El Tambo y Argelia.EL TIEMPO habló con expertos en conflicto armado y orden público, quienes se refirieron a las medidas adoptadas por el Gobierno no solo para lograr el rescate de los 57 secuestrados, sino también para mantener un pie de fuerza con políticas sociales en el corredor del Micay.Según Jairo Libreros, profesor de la Universidad Externado, “las Fuerzas Militares se han empleado a fondo en el Micay, pero no han logrado el control territorial. No se trata solo de la presencia de soldados. Hablamos de muchas otras cosas. Por ejemplo, limitar la capacidad de acción de las disidencias de las Farc y de otras estructuras armadas, disuadirlas de mantener sus operaciones militares y delictivas, especialmente las asociadas al control de la población civil, así como de romper las rutas del narcotráfico, la sustitución de cultivos y el tráfico de armas”.El Plateado, Cauca. Foto:Archivo particularJuana Cabezas, investigadora de Indepaz experta en conflicto, manifestó que “la ‘Operación Perseo’ no ha funcionado, hoy el control aún lo tienen los frentes de las disidencias, especialmente el ‘Carlos Patiño’”. En esa línea se preguntó que si no ha podido ingresar al Micay el Estado a través de la vía militar como se lo propuso, mucho menos va a llegar “la oferta institucional como lo había prometido el Presidente. Solo han logrado copar zonas o cabeceras, pero la ruralidad donde se ubican los grupos, no ha logrado ser controlada”.Eso se debe, en parte, a lo que Cabezas considera como un cambio de funcionamiento de las disidencias: “Ahora buscan pasar desapercibidos, los hemos visto vestidos de civil inmersos dentro de las poblaciones, eso hace mucho más complejo un ataque militar certero. Ha faltado una táctica y estrategia certera”, resaltó.Operaciones de la Fuerza Pública en El Plateado. Foto:Suministrada por autoridadesFrente a la ayuda internacional que en un primer momento habían pedido el ministro Armando Benedetti y la canciller Laura Sarabia, Cabezas manifestó que fue algo válido y era lo que podían hacer frente a un grupo que no está sentado a la mesa de diálogos de paz, y que además es bastante beligerante.Carlos López y Jesús Blanquicet – @JusticiaET

Las alarmas que se encienden tras rescate de 57 militares que habían sido secuestrados en el cañón del Micay
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