El de Ángela María Buitrago es un nombre que no necesita presentaciones en el mundo de la justicia colombiana. Fiscal “desde chiquita”, como ella misma lo recordó esta semana, estuvo al frente de procesos claves, como la reactivación de las investigaciones del Palacio de Justicia después de décadas de impunidad. Catedrática y consultora de la OEA y la ONU, el presidente Petro la incluyó en la terna para Fiscal General de la que finalmente fue elegida Adriana Camargo.El año pasado fue nombrada en el Ministerio de Justicia para relevar a Néstor Osuna. Y allí estuvo hasta hace unos días, aportando una voz técnica cuya seriedad era reconocida por sus críticos y los del Gobierno, mucho más en un gabinete en el que el activismo y la acriticidad frente a las decisiones del jefe de Estado son norma.Ese es el talante de la abogada que la semana pasada renunció de manera irrevocable a su cargo por los que llamó intentos de injerencia de los que hoy son los poderes alrededor de Petro: el ministro Armando Benedetti y la hasta hace tres meses desconocida para el país directora del Dapre, Angie Rodríguez.Buitrago denunció ante la Fiscalía –y entregó pruebas, como fotografías de chats– que le intentaron imponer funcionarios en cargos de alto impacto y presupuesto, como la Uspec; que le sugirieron suspender licitaciones y que, incluso, una senadora del Pacto Histórico, apoyada por Rodríguez, la buscó para que autorizara la exportación a Cuba de una sustancia restringida por Antinarcóticos, en un procedimiento que genera múltiples dudas. ¿Intentaron, por la puerta de atrás, encargar a un funcionario cercano a Rodríguez en un viaje oficial de Buitrago para poder sacar adelante esa autorización? Esa es una de las muchas preguntas que tendrá que responder ahora la Fiscalía.Como en otros casos, la respuesta del presidente Petro y de sus alfiles más cercanos ha sido descalificar las graves denuncias de Buitrago y atacar a quien se atreve a retar la verdad oficial. El Presidente haría más por la transparencia de su administración y por el país si hace lo que se espera de todo jefe de Estado en estos casos: pedir a las autoridades respectivas, y garantizar desde el Ejecutivo, una investigación seria y rápida de este nuevo escándalo.JHON TORRESEditor de EL TIEMPOEn X: @JhonTorresET

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