Habeas corpus, escritos con oposiciones, recusaciones contra jueces y recursos clamando por su libertad. De todo ha intentado el señalado contrabandista Diego Marín Buitrago, alias Papá Pitufo, para salir del centro de reclusión en Portugal en el que se encuentra detenido desde el pasado 3 de diciembre, en el marco de un pedido de extradición de la justicia colombiana. El Tribunal de Apelaciones de Oporto en Portugal ya concedió en primera instancia la extradición de ‘Papá Pitufo’, en cumplimiento de un requerimiento que elevó el 19 de diciembre de 2024 la Fiscalía Quinta Delegada ante los Jueces del Circuito, que busca que Marín comparezca en un proceso por los delitos de concierto para delinquir y cohecho, cargos que un juzgado le imputó en contumacia el pasado 31 de enero. La concesión de la extradición a Colombia quedó sometida, según dicho fallo, a que se resuelva la petición de asilo político que radicó desde el 30 de octubre, en la cual ya le negaron una solicitud de protección. Ahora Marín está a la espera de sustentar ante el Tribunal Supremo de Justicia de Portugal la apelación contra el aval que se le dio a su extradición, decisión en la que se estableció que hay un “alto peligro de fuga” de su parte y que por ello deberá permanecer detenido otros tres meses más mientras se evalúa su apelación.  La insólita recusación de ‘Papá Pitufo’ contra los jueces que avalaron su extradiciónEL TIEMPO accedió a una decisión del Tribunal Supremo de Justicia, del pasado 13 de marzo, en la que niegan una recusación que radicó el ‘zar del contrabando’ contra los jueces que avalaron en primera instancia su extradición a Colombia.  Diego Marín Buitrago. Foto:Archivo particularEn la recusación, el hombre señalado de liderar una red corrupta que permeó con sobornos a la Policía Fiscal y Aduanera, alega irregularidades en la elección de los jueces que decidieron su extradición, pues asegura que no fue invitado al sorteo en el que los eligieron. “Todo esto genera desconfianza en el sistema de designación de los jueces”, indicó.También se quejó porque en este momento está en “una celda fría y húmeda en el motel de la prisión junto a la Policía Judicial, en retiro físico y espiritual” y también cuestiona que muchas decisiones en su proceso hayan sido adoptadas en menos de 24 horas. Sobre la celeridad en su caso, el juez Ernesto Nascimento advierte que “de las muchas críticas que se han hecho al funcionamiento del sistema de Justicia –algunas justas y fundadas–, ésta es la primera vez que alguien –un detenido– se queja de que su caso urgente se tramita en 24 horas y que otros no reciben el mismo trato”.Pitufo también alega en su recusación que el “proceso actual no es, al parecer, más que una farsa” pues antes de que se decidiera “las autoridades colombianas, incluido el propio Presidente de Colombia, informaron en los medios de comunicación que el Estado portugués ya garantizó la extradición”.Al respecto los jueces le respondieron que “desconocen por completo” cualquier noticia publicada por los medios de comunicación colombianos y “también lo que hayan podido decir las autoridades colombianas, incluido el propio presidente de la República de Colombia”.”Todos sabemos cómo la realidad muchas veces supera a la ficción, pero creemos que no es razonable, ni en lo más mínimo fundado, pretender ver la “longa manus” del juez ponente en el hecho de que medios colombianos informaran que “Portugal Autoriza Extradición a Colombia de Contrabandista” y que el propio Presidente de Colombia informara a los medios que el Estado portugués ya garantizó la extradición del solicitante”, le respondió el juez Nascimento.Ernesto Nascimento, juez del Supremo Tribunal de Portugal. Foto:Supremo Tribunal de PortugalLa supuesta persecución del presidente Gustavo PetroPitufo invocó en su recusación que es un perseguido político de Colombia y que por su cabeza se está ofreciendo un precio, señalando al presidente Gustavo Petro de dicha persecución. “Ejerce todas las presiones para que sea extraditado a Colombia, lo cual ha sido reportado en la prensa, demostrando que la intervención del Presidente carece de imparcialidad en su proceso de extradición, habiendo llegado incluso las autoridades colombianas a ofrecer precio por la “cabeza” del ahora extraditado, estando en juego su vida y la de su familia”.Insiste en que él es quien ha denunciado la corrupción en Colombia y que por ello ha sido perseguido “sin que se haya presentado un solo acto ilegal cometido por él, siendo su objetivo defenderse de las falsas acusaciones que pesan sobre él, por lo que existen motivos para denegar la solicitud”.Para defenderse, Marín Buitrago ha pedido que le permitan entrevistar por videoconferencia o WhatsApp a 10 testigos, pero el Tribunal no acogió su petición. “Cualquier prueba que el extraditado pretenda producir para impugnar los hechos delictivos que se le imputan u otros conexos con ellos debe ser presentada y producida en el ámbito del respectivo proceso, ante la justicia colombiana, como es su derecho”, le respondió el Tribunal.El presidente Gustavo Petro. Foto:Vanexa Romero / EL TIEMPOEl habeas corpus fallido’Papá Pitufo’ también intentó quedar libre mediante la presentación de un habeas corpus, decisión que le fue negada el 29 de enero. Con ese recurso pretendía que se invalidara una decisión del Tribunal de Apelaciones de Oporto que avaló su detención provisional asegurando que ya se superó el término legal que brindan las leyes de Portugal.También alegó que su detención “es manifiestamente ilegal” pues no contiene “un solo hecho constitutivo de los delitos, indicando el momento y lugar de su comisión”. Y dijo que el Tribunal de Apelaciones de Oporto “no podía basarse simplemente en el riesgo de fuga para aplicar la medida coercitiva de prisión preventiva”.De manera paralela, Diego Marín presentó otro recurso contra la decisión que avaló su detención preventiva, que le fue despachado desfavorablemente. Por el momento continuará en la celda “fría y húmeda” de motel que cuestiona en sus escritos, hasta que se decida la segunda instancia de su extradición.ANA MARÍA CUESTAEditora de justicia anacue@eltiempo.com

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