El entramado criminal protagonizado por Álvaro Córdoba, el hermano de Piedad Córdoba, para enviar cocaína a Estados Unidos ha dejado comprometedoras declaraciones -reveladas el pasado fin de semana- que apuntan a que los agentes de la DEA que lo persiguieron irían por la fallecida exsenadora, sobre quien se conocieron las que serían conversaciones con otra de las capturadas: Libia Amanda Palacio Mena, sentenciada a 14 años de prisión.Álvaro Córdoba, quien escribió una reciente carta revelada por EL TIEMPO en la que pide una rebaja de 14 a cinco años de pena, y habla de supuestos vínculos de su hermana con el ‘cartel de los Soles’ en Venezuela, fue capturado por la Policía en febrero de 2022, en una operación en Medellín en la que también cayeron Libia Amanda Palacio y Alberto Alonso Jaramillo. La acusación contra los tres partió de que se habrían aliado, al menos desde 2021, para el envío de cocaína a suelo estadounidense. En abril del año pasado, cuando se conoció que Palacio también era sentenciada a 14 años, el Departamento de Justicia estadounidense se refirió a ella con el tema en el que Córdoba menciona ahora a su hermana Piedad. “Promocionó sus conexiones con, entre otros, líderes políticos colombianos, las Farc y el ‘cartel de los Soles’, un grupo de altos funcionarios venezolanos que abusaron de su pueblo y corrompieron las instituciones para facilitar la importación de toneladas de cocaína a Estados Unidos, en colaboración con las Farc”, se reseñó sobre Palacio.Los tres extraditadosLa extradición y el proceso penal de Córdoba generaron revuelo por la decisión que tuvo que tomar el gobierno del presidente Gustavo Petro al firmar el envío, pues se trataba del hermano de la senadora Piedad Córdoba, quien murió en enero del año pasado. No obstante, más allá de la luz verde de la Corte Suprema, poco se conoció de los procesos en Norteamérica de los socios de Álvaro, una de ellas Palacio.Documentos conocidos por EL TIEMPO, detallan el rol que tuvo Palacio en esa red criminal. En una audiencia de abril del año pasado, la fiscal Kaylan Lasky narró ante el juez Lewis Liman que la extraditada tenía nexos con narcos de la región. “Fue la verdadera catalizadora de lo que se suponía sería una red masiva de cocaína. Planeaban comenzar con 500 kilogramos (semanales) y empezar a enviar una nueva ruta de suministro que intentaban establecer desde Colombia hasta Estados Unidos”, dijo.Los aliados de Palacio, Córdoba y Jaramillo -que está a la espera de una lectura de sentencia, programada para el próximo 11 de julio- eran unos agentes encubiertos de la DEA que se hicieron pasar como narcotraficantes mexicanos interesados en comprar cocaína. A ellos les dieron cinco kilos de cocaína como una muestra, y a cambio entregaron a los colombianos 15.000 dólares. Esa cantidad es la que se les leyó en la condena.Libia Amanda Palacio Mena. Foto:Archivo particular”Desde la perspectiva del Gobierno creo que, como dije antes, Palacio fue realmente la catalizadora, fue la reclutadora, fue la intermediaria. Tenía los contactos, y eran contactos muy reales, con narcotraficantes en Colombia y Venezuela”, dijo la fiscal Lasky en la audiencia.El rol de Libia Palacio y la finca en AntioquiaEn la operación encubierta para desmantelar la red ilegal, los agentes grabaron llamadas que sostenían con Álvaro Córdoba y Libia Amanda Palacio, quienes en 2021 les decían a sus aliados que viajaran a Colombia para que vieran la droga. Álvaro Córdoba y Piedad Córdoba Foto:David Fernández / Archivo EFEUno de los agentes mencionó que necesitaba seguridad para desplazar los cargamentos, “y Córdoba declaró que, en el campamento de las Farc, donde se encontraba el comandante, había al menos 300 hombres armados hasta los dientes, incluso con armas para derribar objetos”. Ese relato hace parte del ‘sí’ que dio la Corte Suprema para extraditar a Palacio, documento que sigue con que el 17 de diciembre de 2021 se encontraron presencialmente en Medellín.”Viajaron a una granja que estaba aproximadamente a unas dos horas por carretera de Medellín. A la granja llegó también un hombre sin identificar que le entregó al agente 1 aproximadamente cinco kilogramos de cocaína”, se lee en la decisión, en la que se añade que los proveedores serían los de las Farc.Medellín, donde se reunía la red ilegal. Foto:Área Metropolitana del Valle de AburráLa finca visitada, a la que ni Palacio ni Córdoba entraron, está ubicada en un municipio del Valle de Aburrá. Y al volver a Medellín fue que les entregaron los 15.000 dólares. Respecto a la sentenciada, la fiscal Lasky manifestó que no le sorprendió “que no pudiera entrar a la finca y que la dejaran a muy poca distancia, en una tienda. Ella estaba allí cuando se contó el dinero. Ella estaba presente cuando trajeron la cocaína. No estaba su contacto específico en esa finca, pero estuvo allí justo antes y después, así que consideramos que su papel en la transacción de muestra como algo muy significativo”.Los chats de PalacioOtro de los capítulos poco explorados de la red narcotraficante tiene que ver con las conversaciones que tuvo Libia Palacio. En la explosiva carta en la que Álvaro habla de Venezuela y su hermana Piedad, explica que mientras él entró al negocio en 2021, Palacio lo hizo desde 2020.Chats de Libia Amanda Palacio que mencionan a Álvaro Córdoba y Piedad Córdoba. Foto:Archivo particularPor eso, el hoy condenado adjuntó un listado de chats que pertenecerían a Palacio. En uno de ellos, de noviembre de 2020, “llamó a su contacto Eduardo con supuesto acceso al ‘cartel de los Soles’ para discutir los detalles del plan de vender un gran cargamento de cocaína a la organización mexicana”. En otro de julio de 2021, al parecer Palacio “presentó a los agentes a Álvaro Córdoba, describiéndolo como alguien que tenía contactos de alto nivel en el gobierno colombiano, incluida su hermana Piedad. Un agente preguntó que Álvaro podría responder preguntas sobre la ‘dama’ (la exsenadora), y que Álvaro podría ayudar con lo que quisieran lograr”. Chats de Libia Amanda Palacio que mencionan a Álvaro Córdoba y Piedad Córdoba. Foto:Archivo particularUn señalamiento más grave se da después, cuando supuestamente Palacio le dijo a Álvaro Córdoba que uno de los agentes quería apoyar financieramente a la excongresista en la época electoral, “a cambio de su ayuda para facilitar una asociación de cocaína”. Aparentemente, la exsenadora quedó en contactar a ese agente por WhatsApp.En los documentos que presentó Álvaro Córdoba en aras de conseguir una rebaja de pena, se lee también que Palacio presuntamente “le dijo al agente que Piedad había escuchado parte de la llamada del día anterior (21 de julio de 2021) y dudaba en hablar por teléfono sobre el narcotráfico porque es una ‘figura pública'”.Hasta su muerte, la exsenadora siempre se defendió de acusaciones que la vinculaban al chavismo y a las antiguas Farc, señalamientos que llegaron incluso hasta las instancias judiciales. Ahora, su hermano busca una rebaja de pena en un caso que tendría a más personas involucradas, más allá de Alberto Jaramillo y Libia Palacio.Carlos López – Justicia – @CarlosL49 – carben@eltiempo.com

Los chats, la finca y los kilos de cocaína hacia EE.UU. ligados a socia de Álvaro Córdoba en red de narcotráfico
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