La ceremonia de entrega del premio Cervantes se celebra cada año el 23 de abril, Día del Libro, en conmemoración de la muerte del autor de El Quijote. El escenario: el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. Álvaro Pombo (Santander, 85 años), premiado este año, donde ha llegado sobre las 11.30 de la mañana, tras las posibles dudas sobre su presencia. En la víspera de la ceremonia, por la tarde, declaraba que “se encontraba algo mejor” y “haría todo lo posible” por estar presente. Lo que es seguro es que no leerá el discurso: lo hará en su lugar el escritor e historiador Mario Crespo, uno de los mayores especialistas en su obra. “Su situación es de gran fragilidad y a esta hora el plan es que vaya”, dijo Crespo a la Agencia Efe. Precisamente, el discurso versará sobre la noción de fragilidad en Cervantes. Ya habían elegido el chaqué para la ocasión y una corbata negra por el luto del papa Francisco.No es un caso único: en años recientes la escritora Cristina Peri-Rossi, premiada en 2021, envió a la actriz Cecilia Roth a leer el discurso y recibir el premio. Francisco Brines, premio Cervantes 2020, recibió su premio en su casa de Oliva, Valencia, a la que se desplazaron los Reyes. Eran tiempos de distancias pandémicas, el premio se entregó entre sillas de mimbre y naranjos.Más informaciónEl jurado del Cervantes destacó “su extraordinaria personalidad creadora, su lírica singular y su original narración”, y también señaló que en sus creaciones “muestra el mundo a través de la construcción de un lenguaje en el que las deformaciones de la realidad aparecen reflejadas bajo el disfraz de la ironía y del humor”. Dotado con 125.000 euros, el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes es el colofón que viene a coronar la carrera de un escritor. Se concede anualmente por el Ministerio de Cultura a propuesta de la Asociación de Academias de la Lengua.Entre las novelas de Álvaro Pombo destacan El temblor del héroe (Premio Nadal, 2012), El cielo raso (Premio Fundación José Manuel Lara, 2001), La fortuna de Matilda Turpin (Premio Planeta, 2006), Donde la mujeres (Premio Nacional de Narrativa, 1996) o El héroe de las mansardas de Mansard (Premio Herralde, 1983). En poesía, su vocación primigenia, destacan desde Protocolos (1973) hasta Los enunciados protocolarios (2009). Además de su faceta literaria, Pombo tuvo su incursión en política, vinculado al partido Unión Progreso y Democracia, hoy desaparecido. En las elecciones de 2008 encabezó la lista de UPyD al Senado por la Comunidad de Madrid, candidatura en la que repitió en 2011.En su pasada edición el Cervantes había premiado a un narrador, Luis Mateo Díez, después de una inopinada racha de cinco poetas: Rafael Cadenas, Cristina Peri Rossi, Francisco Brines, Joan Margarit e Ida Vitale, que recibió el premio en 2018. Esta vez lo toca a Álvaro Pombo, que, como decía Manuel Vicent, es un escritor singular, que es poeta y que también es poema: “He aquí a un escritor cuya personalidad trasciende la literatura hasta el punto de que su mejor libro es el propio Álvaro Pombo de carne y hueso”. No se lo podrá ver en la ceremonia.

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