En España hay 1,7 millones de estudiantes universitarios, pero su presencia es desigual sobre el mapa porque se concentran en las ciudades y en ciertos barrios. Y no es solo que se muden con 18 años: la probabilidad de ir a la universidad es distinta para los jóvenes de cada lugar.El mapa muestra ambas cosas. Para cada sección censal se puede consultar: 1) el porcentaje de habitantes que son estudiantes universitarios —para ver sus zonas—, y 2) el porcentaje de los jóvenes de 18-22 años del barrio que están en la universidad.

Porcentaje de personas de cada sección censal estudiando actualmente en la universidad según su edad. (Secciones de más de 100 habitantes).

Total población

Jóvenes 18-22

Estos datos detallados los ofrece el INE en su censo más reciente (2021). La primera utilidad del mapa es señalar las zonas universitarias de cada ciudad. Para eso hemos añadido también la localización de 2.000 centros universitarios, indicados con un círculo.Por ejemplo, en Madrid destacan en azul los barrios cerca de Ciudad Universitaria, en los distritos de Moncloa o Chamberí.En ciudades como Salamanca o Granada la presencia estudiantil está en el centro de la ciudad. Y en Valencia, las zonas de Benimaclet y todo el área entre los campus de Tarongers y Blasco Ibáñez.Más universitarios en barrios ricosPero si nos alejamos de los campus, lo que revela el mapa es el desigual acceso a la universidad.Para analizarlo hemos calculado otro porcentaje: qué proporción de los jóvenes entre 18 y 22 años de cada lugar están estudiando ahora mismo en la universidad.¿Qué municipios mandan más jóvenes a estudiar? Son dos de cada tres jóvenes en ciudades de la periferia rica de Madrid, como Pozuelo de Alarcón o Boadilla del Monte. También superan el 55% en Las Rozas y Majadahonda (Madrid), Getxo (Vizcaya) y Sant Cugat del Vallès (Barcelona).En cambio, hay ciudades donde el porcentaje de jóvenes universitarios no pasa del 20%. Ocurre en ciudades del extrarradio de Madrid y Barcelona, como Parla, Santa Coloma de Gramenet y Hospitalet de Llobregat. También en Arona, Arrecife y Granadilla de Abona (las tres en Canarias) o en La Línea de la Concepción (Cádiz). La relación con la renta es evidente.En lugares ricos hay más jóvenes universitarios. Si miramos los barrios del 5% con rentas más bajas de España, solo van a la universidad el 15% de sus jóvenes de 18-22 años. ¿En los barrios del 5% rico? Allí van el 64%.Un detalle interesante es que la brecha se ensancha a partir del centil 75, cuando entramos en los barrios del 25% con rentas más altas. También hay un bache en el extremo contrario. Los barrios del 5% más pobre envían muchos menos jóvenes a la universidad (15%) que los del escalón siguiente (22%).Además, estas tendencias son similares en todas las comunidades autónomas. En los barrios con más renta de todas las regiones hay más universitarios.Pero la renta no es lo único que influye: también vemos subir los jóvenes universitarios en los barrios donde hay más adultos con estudios superiores —quizás sus propios padres.El siguiente gráfico representa la proporción de jóvenes que estudian en los barrios con adultos de cada nivel educativo —desde los que cuentan con menos universitarios hasta los que tienen más—. El patrón es el esperado: los jóvenes universitarios pasan del 17% al 65% cuando nos movemos de vecindarios con bajo y alto nivel de estudios.No es una sorpresa que coincidan los patrones por renta y estudios. Por un lado, porque los trabajadores con título universitario ganan mejores salarios; pero también porque el título universitario es más habitual en familias acomodadas.Pero el nivel de estudios del barrio importa por sí mismo.Lo confirman los datos: si comparamos barrios de rentas similares, aquellos con más adultos universitarios envían sistemáticamente más jóvenes a la universidad.El siguiente gráfico lo muestra con claridad. Clasifica todas las secciones censales en dos dimensiones: su nivel de renta (en columnas) y el porcentaje de adultos con estudios superiores (en filas). Los colores representan qué proporción de jóvenes van a la universidad en cada combinación. El patrón es consistente: a igual renta, cuantos más adultos con estudios, mayor porcentaje de jóvenes universitarios.Los datos revelan así una doble brecha en el acceso universitario. Por un lado, la económica: los jóvenes de barrios ricos tienen cuatro veces más probabilidades de ir a la universidad que los de barrios pobres (64% frente a 15%). Por otro, la educativa: a igualdad de renta, los barrios con más adultos universitarios tienen consistentemente más jóvenes cursando estudios superiores. Como vimos con la renta, la universidad parece que también se hereda.

Shares: