Problemas de salud mental, relaciones familiares destruidas y cansancio crónico son solo algunas de las secuelas que enfrentan los jóvenes que trabajan para obtener sus grados académicos en centros hospitalarios del sector público.
Chats de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp, que fueron filtrados a la redacción de El Universal, dan cuenta de estos abusos. En algunos de ellos se puede leer claramente cómo se instruye a los jóvenes a enviar fotografías para constatar que siguen trabajando a altas horas de la noche, aunque no les corresponda según los horarios previamente establecidos.
“Me hacen quedar como pend…, se quedan de guardia todos. Me mandan foto de todos a las 11 p. m., a las 3 a. m. y a las 5 a. m.”, se lee en un mensaje enviado por un médico a los residentes a su cargo, quienes tuvieron que constatar a través de esta misma aplicación que no abandonaron una clínica del IMSS durante el horario nocturno.
Varios residentes han intentado denunciar los abusos ante el Órgano Interno de Control (OIC) desde hace varios meses, sin que a la fecha hayan recibido respuesta por parte del IMSS.
Cabe mencionar que, desde hace unos meses, la crisis dentro de los hospitales públicos se ha agravado, pues la falta de insumos, medicamentos y recursos ha obligado al personal a trabajar horas extras, muchas veces no incluidas dentro del pago correspondiente, para sacar adelante a los pacientes que requieren atención.
Los jóvenes médicos, promesa de la medicina en México, se encuentran desprotegidos. Además del abandono institucional y de los abusos de los que son víctimas, se exponen a denuncias por negligencia, muchas veces ligada al desabasto y otras tantas a fallas inherentes al cansancio del que son víctimas.