“Como parte de mi entrenamiento dentro del grupo me obligaron a matar a dos compañeros, luego me escapé”. “El grupo me hizo un juicio en frente de la vereda, me raparon el pelo y me condenaron a trabajo forzado”. “El grupo me maltrataba porque no cumplía ciertas labores, porque yo no entendía su idioma, y no les entendía cuando me hablaban”.28 niños —seis de ellos indígenas y tres afrodescendientes— y 23 niñas —entre ellas seis indígenas y una afrodescendiente— fueron violentados en el marco del conflicto en el primer trimestre de 2025. Solo de reclutamiento, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU ha recibido 118 denuncias en los primeros meses del año, de las cuales ha verificado 51 casos. Según su informe más reciente, entre 2022 y 2024 se han confirmado 474, una cifra que vuelve a poner sobre la mesa una realidad con dimensiones propias de los peores años del conflicto.Plata, armas, coca y mujeres: los ‘anzuelos’ para el reclutamiento. Foto:Archivo”Hemos identificado que la situación de la niñez en el marco del conflicto armado se ha agravado en los últimos años, con un progresivo aumento del número de víctimas entre 2022 y 2024, especialmente por reclutamiento y utilización por parte de grupos armados no estatales”, señaló la ONU.En ese periodo recibió 788 denuncias por graves violaciones a los derechos de los niños en la guerra, de las cuales verificó 658 casos: 474 por reclutamiento forzado, 70 por homicidios, 66 por lesiones personales, 89 por violencia sexual, 54 por privaciones arbitrarias de libertad, 94 por desplazamiento y dos por desapariciones, en el marco de los ocho focos activos del conflicto armado.Las alegaciones han venido creciendo de forma escalonada en los últimos tres años. Los casos verificados —que pasan por un doble filtro en el proceso— pasaron de 157 en 2022 a 300 en 2023, casi duplicándose en ese lapso.No obstante estas cifras, también anotó que persiste un “alto” subregistro en estas violaciones, por factores como el miedo a represalias, la estigmatización de las víctimas y la normalización de ciertas violentas que alteran la magnitud del fenómeno. Víctimas del macro caso 07: reclutamiento y utilización de niños y niñas en el conflicto Foto:JEPLa situación de los menores de edad en la guerra también es un campanazo sobre el recrudecimiento y la expansión territorial de los grupos armados ilegales, así como de sus estrategias de control social y territorial. En el caso del reclutamiento, por ejemplo, la ONU ha documentado que la utilización de niños y niñas no solo aumenta el pie de fuerza de estos grupos, sino que también refuerza sus mecanismos de coerción, intimidación y violencia contra la población civil.Casi la mitad (48,3 %) de los menores de edad víctimas de violencia pertenecen a pueblos indígenas. Y otra buena parte (12 %) a comunidades afrodescendientes. “Se han documentado casos contra niños y niñas de los Pueblos Indígenas Iku (Arhuaco), Awá, Corebuaju, Emberá, Eperara Siapidara, Hitnü, Inga, Jiw, Kichwa, Kogui, Makaguan, Murui, Nasa, Nukak, Pasto, Sikuani, Siona, Uwa, Wanano, Wiwa, Wounaan y Yuruti”.El cuerpo de las niñas como botín de guerra“Una vez fui abusada sexualmente por integrantes de un grupo. Luego esos hombres del grupo me buscaban cada fin de semana y me llevaban obligada a una zona para ser violada nuevamente por otros hombres”. “El grupo armado nos ofrecía dulces, y luego nos violaba. Después de violarnos se burlaban de nosotras y nos humillaban en público”. “Me desplacé con mi familia, para que a mi hija no la reclutara el grupo. Tres de ellos la encontraron y se la llevaron. Pude hablar con mi hija por un mensaje en redes sociales y me dijo que la tenía el grupo y que no podía volverse a comunicar conmigo”. Estos crudos testimonios, recolectados por el equipo de Naciones Unidas desplegado en territorio, evidencian la violencia diferencial que sufren principalmente las niñas, entre los 11 y 15 años, en el marco del conflicto: la sexual y reproductiva. Tres jóvenes que habían sido reclutados en zona rural de Argelia, Cauca, fueron rescatados. Foto:Fuerzas MilitaresEl 31 % de las niñas reclutadas reportaron haber sufrido algún tipo de delito con esta connotación. También recogió casos de trata con fines de explotación sexual, en los que niñas eran trasladadas y sufrían violencia sexual por parte de integrantes de grupos armados.La Relatoría Especial de Naciones Unidas documentó casos sobre venta de niños, prostitución infantil y su utilización en la pornografía. De los 89 casos, se verificaron 23 contra niñez migrante de nacionalidad venezolana y ecuatoriana.”Particular preocupación genera la situación de niñas Nukak y Jiw —Pueblos Indígenas nómadas en contacto inicial— en Meta y Guaviare, quienes reportan haber recibido regalos, dinero o sustancias psicoactivas a cambio de actividades sexuales. Además, se ha documentado el consumo problemático de estas sustancias entre la niñez de estos pueblos y amenazas contra personas defensoras de derechos humanos que intentan prevenir y atender estos casos”, La persuasión criminal a través de las redes como carnadaSobre el reclutamiento, flagelo en el que los niños son fichados desde los 9 años de edad la ONU identificó que al menos el 30 % de las víctimas fueron vinculadas por los actores armados mediante tácticas de persuasión. Les ofrecían dinero, regalos, motos, armas, comida, teléfonos celulares, ropa u oportunidades económicas para ingresarlos a las filas.”Las barreras de acceso a derechos económicos, sociales y culturales para la niñez de algunos Pueblos Indígenas y comunidades afrodescendientes —en ocasiones derivadas de la misma limitación del uso de sus territorios ancestrales por parte de los grupos armados no estatales— los coloca en mayor riesgo de ser expuestos a estas violencias”, se lee en el informe. 18.677 niños y niñas fueron ilegalmente ingresados a las filas de las Farc. Foto:JEPEn 36 de los 474 casos, los reclutamientos se produjeron en escuelas o centros educativos. En 71 casos, los niños y niñas fueron trasladados de departamento durante el periodo de reclutamiento, lo que dificulta su desvinculación. Y también se recibió información sobre ‘la pesca’ de jóvenes para la guerra usando como carnada las redes sociales.“Mi hijo no aparecía en la casa y le revisé su cuenta de Facebook y encontré una conversación con una supuesta novia que le decía que se iba a un grupo armado…Mi hijo salió de la casa cuando yo no estaba, con una mochila y se fue. Luego me enteré que estaba reclutado”. “Me citaron a una reunión y me dijeron que ya hacía parte del grupo. De ahí en adelante el grupo me movía de un lado para otro”. “Mi familia no tiene recursos. Todos mis hermanos mayores fueron reclutados. A mi me quería llevar el grupo, pero me pude salir del territorio antes”. La Oficina ha citado a representantes de las compañías TikTok y Meta. Según las conclusiones del informe, ambos gigantes tecnológicos tienen conocimiento del uso que hacen los grupos armados de sus plataformas. Aseguraron que han ideado estrategias para eliminar los contenidos que infringen sus políticas, sin embargo, los criminales logran hacerles el quite, alterando los hashtags y las palabras clave con las que se sube el contenido.’La pena de muerte’Los datos de la ONU muestran que la mitad de las víctimas de reclutamiento lograron o escapar de los grupos armados o ser rescatadas en operativos de la Fuerza Pública. Sin embargo, la desvinculación es ponerles una soga al cuello. Los niños, niñas y sus familias siguen enfrentando múltiples violencias. Se verificó el homicidio de nueve menores de edad como represalia y al menos 50 casos de amenazas.Entre 2020 y 2022 hubo 155 casos. Foto:Citynoticias”ONU Derechos Humanos mantiene su compromiso de continuar acompañando a las niñas, niños y sus comunidades en la prevención de graves violaciones a los derechos humanos en el contexto del conflicto armado en Colombia”, ratificó el organismo multilateral. En este sentido, consignó 15 recomendaciones para blindar a esta población de especial protección constitucional. Sara Valentina Quevedo Delgado Redacción Justicia