La situación judicial de Diego Marín, alias Papá Pitufo, señalado como uno de los principales contrabandistas del país, ha generado nuevas inquietudes tras conocerse que fue dejado en libertad por las autoridades de Portugal.El caso volvió a ser mencionado públicamente por el presidente Gustavo Petro, quien solicitó mantener activa la orden de captura internacional emitida en su contra.“El señor quedó libre en Portugal. Yo pido que Interpol mantenga la orden de captura a nivel internacional. Ojo, Ministro de Defensa (Pedro Sánchez). Ese señor no puede salir de Portugal sin ser capturado. Si salió, sigue habiendo fallas que están garantizando la libertad del principal contrabandista”, dijo el jefe de Estado durante el consejo de ministros celebrado en la noche del martes.De acuerdo con fuentes vinculadas al proceso, el periodo de 180 días que contempla la legislación portuguesa para definir la situación jurídica de una persona privada de la libertad se cumplió sin una decisión de fondo. Esto permitió que Marín recobrara su libertad en territorio luso mientras se continúa discutiendo su situación legal en el marco de los convenios internacionales de cooperación judicial.Papá Pitufo y la DEA. Foto:Archivo particularLa liberación de Marín ha sido interpretada como un punto crítico en la lucha contra el contrabando de alto impacto. Su nombre ha sido vinculado en múltiples investigaciones sobre estructuras criminales transnacionales que afectan la seguridad económica y fiscal de Colombia.Esa permisividad de las garantías judiciales en Europa ha sido una de las estrategias que ha usado la Defensa de Marín. En 2024, España le concedió la libertad mientras se resolvía su extradición, la cual aprovechó para cruzar la frontera con Portugal, donde fue recapturado en diciembre del año pasado, por una circular roja de Interpol.Logo de Interpol. Foto:AFPParalelamente, tal como lo aseguró el presidente Petro, la segunda carta de la defensa de Marín es la extradición a EE. UU. Así lo reveló EL TIEMPO al inicio de esta semana al conocer que se han entablado conversaciones con el Gobierno norteamericano y, si el asilo es negado, tocarían a su puerta.Allí colaboraría para develar casos como la corrupción de agentes de la DEA en el entramado del contrabando en Colombia y pagaría una cuantiosa fianza a cambio de un aliciente en la condena.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.comMás noticias de Justicia:

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