Los medios suelen referirse a Sam McKnight (New Cumnock, 70 años) en pasado. Lo presentan como el peluquero que diseñó el peinado de Kate Moss en su boda con Jamie Hince en 2011, como el que peinó a la Cate Blanchett que recogió un Oscar en 2005 o el que creó el icónico look de la princesa Diana en su portada de la edición británica de Vogue en 1990. Son muchísimos los trabajos reseñables que McKnight ha llevado a cabo a lo largo de sus 50 años de carrera, pero todavía no se han acabado, ni mucho menos. En los últimos meses, el escocés ha peinado a Saoirse Ronan para los Bafta, a Nicole Kidman para Cannes… A sus 70 años recién cumplidos —el 13 de mayo— se niega a soltar el peine. “Oh, no, estoy muy ocupado en este momento”, responde por videollamada a EL PAÍS al ser preguntado por una merecida jubilación.En 2017 fundó Hair by Sam McKnight, una marca de cuidado capilar que es lo que más tiempo le roba últimamente. “Tenemos dos nuevos productos este año [uno es un aceite para el cabello 98% natural, el otro no puede desvelarlo todavía]. Así que todo es muy emocionante”, asegura. Años de labrarse la confianza de artistas y modelos le han servido para que ahora estos productos los prueben y promocionen celebridades de la talla de Bella Hadid, Sienna Miller o su inseparable Kate Moss, una de las pocas a la que no llama “clienta”, sino “amiga”. “La conozco desde que era una adolescente y es la persona más divertida y fácil con la que he trabajado”, dice de la modelo. La propia Moss le dedicó unas bonitas palabras a McKnight en un reciente reportaje de The Telegraph enfocado en su 70º cumpleaños: “He crecido con Sam. Me ha peinado para algunas de mis sesiones favoritas. Es un genio con el secador, pero son su espíritu y su risa, tanto dentro como fuera del set, lo que lo convierten en uno de mis mejores amigos”. Más informaciónDos fotos cedidas por Sam McKnight que reflejan su amistad con Kate Moss a lo largo de los años. A la izquierda, el peluquero y la modelo en los noventa; a la derecha, una foto tomada durante la ceremonia que cerró los Juegos Olímpicos de Londres 2012.Mary McCartey / Eamon HughesPor sus manos han pasado tantas cabelleras de distintas generaciones de mujeres que han marcado el rumbo de la moda —Christy Turlington, Naomi Campbell, Linda Evangelista, Gigi y Bella Hadid, Cara Delevingne, Madonna, Lady Gaga, Kim Kardashian…— que ya no se le ocurre ninguna más para añadir a la lista. “Cualquiera que me acepte me parece bien, estoy feliz con eso”, contesta desde su casa de Londres, rodeada de flores y plantas. “Mi trabajo está muy orientado a estar con gente continuamente, lo cual me encanta, pero no todo el tiempo. Volver a casa, a mi jardín, es como llegar a un santuario”, cuenta.Su futuro laboral habría sido muy diferente, rodeado de niños en vez de estrellas, si hubiese acabado los estudios de Magisterio que comenzó en la universidad. Pero nunca lo hizo. “No era feliz. No me gustaba”, reconoce. Hijo de un minero y una trabajadora de la cooperativa local, McKnight no recuerda haber tenido ningún interés particular en la peluquería durante su adolescencia. “Empecé por accidente. Tenía 18 o 19 años y mi amiga tenía una peluquería. Yo les ayudaba para ganar algo de dinero conduciendo la furgoneta. Y poco a poco empecé a meterme. Lavé un pelo un sábado y vi que venía solo. No era mi plan”, rememora.Sam McKnight con la modelo Bella Hadid y el fotógrafo Kevin Tachman durante la semana de la moda de Milán de 2017.Rosdiana Ciaravolo (Getty Images)Para no serlo, no le podría haber ido mejor. Se mudó a Londres y enseguida encontró la manera de que lo ficharan como peluquero de la edición británica de Vogue. En 1982 se fue con sus maletas a Nueva York para continuar su carrera en la edición estadounidense de la llamada biblia de la moda, donde su primer peinado en portada fue el de una joven Brooke Shields de 20 años. Y fue ahí donde, en 1990, conoció a Lady Di, que lo convirtió en su peluquero de cabecera. Trabajó y viajó con ella durante siete años —hasta su muerte, en 1997—, y a él se le atribuye su famoso corte de pelo andrógino. “Nos divertíamos mucho”, comenta sobre la princesa. “Le encantaba reír, teníamos un sentido del humor muy parecido, era muy traviesa. Simplemente, era una persona increíble y nunca habrá otra igual. Fue un gran honor ser parte de su círculo durante siete años. Nunca lo olvidaré mientras viva”, la recuerda.No es la única de la familia para la que McKnight ha tenido consejos capilares. El pasado 10 de febrero, fue muy comentado un post de Instagram —donde tiene 235.000 seguidores— que el peluquero le dedicó al hijo pequeño de Diana, el príncipe Enrique. “Ya es hora, Enrique. Hace muchas lunas, cuando tú y tu hermano erais niños, los dos teníais unas magníficas y frondosas coronillas, como mamá. Muchas tardes las pasé podando y dando forma a la floresta. Sin embargo, al igual que yo, el frondoso seto ya no existe, es solo una brizna de lo que fue”, escribió en un texto que acompañaba con una foto del duque de Sussex y su evidente pérdida de cabello. “No obstante, no todo está perdido: un buen corte corto en la peluquería (como el que se ha hecho tu hermano mayor recientemente) le daría un aspecto impecable y limpio, y le quitaría años a esa cara tan atractiva. Si yo tuviera tu edad, me haría un trasplante, es mucho más natural hoy en día, a diferencia de los injertos de antaño. Y no necesitas un viaje rápido en EasyJet a Turquía, ¡estás en California, donde tienen lo mejor! Así que Enrique, de un calvo a otro, es el momento”, añadió.Sam McKnight y Lady Di en 1990, en una foto cedida por el peluquero en la que se ve la dedicación de la princesa.Patrick DemarchelierSu relación con la familia real británica sigue siendo buena. En 2023 recibió la Orden del Imperio Británico por sus servicios a las industrias de la moda y la belleza, y la princesa Ana le entregó la insignia en persona. “Fue increíble, de verdad, me alegré, mucho, mucho, mucho”, dice sonriente. “Fue triste porque lo recibí justo después de la muerte de mi madre y a ella le habría encantado más que a mí, la verdad. Pero la familia real significa mucho para nosotros en este país, así que recibir esto, aunque realmente es el gobierno el que lo decide, es un gran honor, estoy muy contento”, confirma.Sam MckNight recibiendo la Orden del Imperio Británico por parte de la princesa Ana en una imagen cedida por el peluquero.En su 60º cumpleaños, hace una década, McKnight montó una gran fiesta en Tramp, un famoso club nocturno londinense solo accesible para miembros. Este año todavía está con los preparativos del sarao, previsto para principios de junio en un lujoso restaurante. En Instagram ya ha recibido la felicitación en forma de vídeo de Nicole Kidman, Cate Blanchett, Charlotte Tilbury o, por supuesto, su querida Kate Moss. “Oh dios mío, ya es tu cumple otra vez, ¡te quiero!”, dice esta última. “No puedo esperar para darte un abrazo enorme”, comenta, por su parte, la actriz de Moulin Rouge.Después de 70 años de vida y 50 de carrera, el peluquero asegura que no se arrepiente de nada, que como mucho lamenta lo que no se ha atrevido a realizar. “He hecho un montón de buenos amigos gracias a mi trabajo, es inevitable. A muchos los conozco desde el principio”, celebra. Dice que es incapaz de elegir su trabajo favorito, que son demasiados. “La relación entre alguien y su peluquero es muy especial, muy única, porque es muy cercana, pero al mismo tiempo hay que mantener la distancia y no acercarse demasiado. Creo que es una posición privilegiada a la que alguien te invita, así que hay que tener respeto mutuo y discreción”, reflexiona. Tampoco se atreve a nombrar a alguna celebridad que se lo haya puesto difícil. “No voy a decir eso… Hay una, pero no la voy a mencionar”, comenta durante la videollamada mientras su agente de comunicación niega con la cabeza y sonríe inquieta desde otra pequeña pantalla.De arriba abajo y de izquierda a derecha: Naomi Campbell, Sam McKnight, Beri Smither, Kate Moss, Bridget Hall, Christy Turlington y Jaime Rishar en 1994. Arriba, de izquierda a derecha: Sam McKnight, Cindy Crawford y Mary Greenwell. Abajo: Linda Evangelista y Christy Turlington en 2023, en su reencuentro para el documental ‘Las supermodelos’, en una foto cedida por Sam McKnight.Sam McKnight con Lady Gaga en el desfile de Thierry Mugler de 2011 en una foto cedida por el peluquero.Sam McKnight con las hermanas Gigi y Bella Hadid en una imagen cedida por él de un desfile de Fendi de 2017.Sam McKnight colocando el pelo a Naomi Campbell para una sesión de fotos en 1992.Michael WilliamsSam McKinght con Vivienne Westwood en una imagen de 1994 cedida por el peluquero.Sam McKinght, Linda Evangelista y un chimpancé con peluca en Los Ángeles, en 1992.Laspata DecaroSam McKnight en su jardín, con su perro, en una foto cedida por él.Naomi Campbell y Sam McKnight en una foto de los noventa cedida por el peluquero.Sam McKnight con Lady Di y la maquilladora Mary Greenwell en una foto dedicada por la princesa durante su sesión para el reportaje de ‘Vogue’ de 1990.Patrick DemarchelierGigi Hadid bromea haciendo como que peina a Sam McKnight con un producto de su marca en una foto de 2017.MATTLEVERLa joven solo interviene una vez en la conversación ante la incapacidad de McKnight de descifrar el secreto para que todas las famosas lo elijan. “Creo que Sam tiende a trabajar con la misma gente una y otra vez porque forja una estrecha relación desde el principio con sus clientas”, opina ella. “No sé, no sé, creo que solo soy yo mismo”, dice él. “Quiero hacer que la gente se vea bien, que se sienta bien, y provocarle una sonrisa. Eso es todo lo que tengo. Y si te gusto, te gusto, y si no te gusto, no te gusto. No puedo ser nadie más aparte de mí”.

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