La nueva ley antitabaco que prepara el Ministerio de Sanidad ampliará los espacios libres de humos a terrazas, marquesinas, vehículos de uso laboral, campus universitarios, patios de institutos, instalaciones deportivas, piscinas de uso colectivo y zonas exteriores de ocio, en cuya concreción está trabajando el ministerio.Esto incluye tanto tabaco convencional, como calentado o vapers, que serán equiparados normativamente al tabaco convencional en cuanto a restricciones de uso en espacios públicos, según ha informado este jueves el Ministerio de Sanidad tras unas declaraciones de la ministra adelantadas a la Cadena SER.En una nota remitida a los medios, García ha recordado que los espacios en los que Sanidad pretende restringir el tabaco “están avalados por la evidencia científica, por la experiencia internacional y por las recomendaciones de la Unión Europea. Además, están respaldados por una mayoría de ciudadanos, también fumadores, que nos piden ser firmes contra la lacra del tabaco”.El Ministerio destaca la necesidad de garantizar entornos seguros y saludables para toda la población, especialmente para colectivos vulnerables como menores y personas embarazadas. “Esta medida responde a un enfoque de equidad en salud, reconociendo que toda persona tiene derecho a no verse expuesta al humo de forma involuntaria”, justifica Sanidad.El departamento ya tiene prácticamente listo el texto del anteproyecto. Ahora tiene que ser aprobado por el Consejo de Ministros para su posterior tramitación parlamentaria. En el Congreso requiere del acuerdo con las demás fuerzas para la aprobación final, por lo que las restricciones que pretende implantar Sanidad pueden sufrir muchos cambios en la ley definitiva. García no ha puesto fechas para estos hitos. “Esperamos que el borrador de la ley pueda ver la luz pronto y sea una realidad lo antes posible. Cada espacio ganado al humo del tabaco es un espacio ganado a la salud y a la vida”, ha dicho la ministra en unas declaraciones remitidas a los medios de comunicaciónEn una entrevista con EL PAÍS esta semana, García apostó por una medida lo más ambiciosa posible para que “España vuelva a estar a la vanguardia en las políticas contra el tabaco”. Se refirió también al complicado trámite parlamentario que la ley tiene por delante: “Espero que no claudiquemos ante los lobbys que están ejerciendo una presión importante como han hecho siempre. Y el lobby del tabaco está haciendo su trabajo. Pero el nuestro es defender la salud de la población, de la ciudadanía”. Esta medida emana de un plan contra el tabaco que fue aprobado en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud por todas las comunidades autónomas. En él no se especificaba dónde se prohibiría fumar, pero sí explicitaba la aspiración de ampliar los espacios libres de humo.De esa estrategia también han salido otras iniciativas, como un real decreto para regular los nuevos dispositivos para fumar, las bolsas de nicotina o la futura imposición del empaquetado genérico para los cigarrillos y el tabaco de liar. Entre otras cosas, prohíbe los saborizantes en los vapeadores, para tratar de evitar que los jóvenes comiencen este hábito, una medida que fue impugnada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y que se encuentra ahora en periodo de alegaciones en la Unión Europea.La Asociación Española Contra el Cáncer ha apoyado la ampliación de los espacios sin humo, así como el aumento del precio de la cajetilla de tabaco. “Estas medidas tienen evidencia científica y se han mostrado eficaces para la reducción y desnormalización del consumo de tabaco. Tenemos la obligación de proteger la salud de nuestros jóvenes, por lo que reclama que se regulen los dispositivos de dispensación de nicotina, porque son la puerta de entrada al tabaco convencional”, asegura Laura del Horno, especialista en tabaquismo del departamento de promoción de la salud de la AECC.Por una generación libre de tabacoEn el marco de la semana sin humos y a las puertas del Día Mundial Sin Tabaco (el 31 de mayo), esta asociación, junto con otras organizaciones y sociedades médicas, promueven un manifiesto para promover “una generación libre de tabaco”.“El consumo de tabaco tiene consecuencias devastadoras. No solo constituye la principal causa de enfermedades y muertes evitables en Europa y en todo el mundo, sino que también provoca daños medioambientales a partir de los residuos que genera. Todas las variantes del tabaco y productos afines son perjudiciales, y no existe un umbral de exposición seguro. Esto quiere decir que toda exposición es perjudicial. Sabemos que es posible reducir sustancialmente la amenaza y el impacto del consumo de tabaco y sus productos si se adoptan las medidas adecuadas”, reza el manifiesto.Reclaman al Gobierno central y todas las fuerzas políticas un consenso para una regulación que proteja a los jóvenes y promueva la salud de la población “equiparando plenamente los cigarrillos electrónicos, tabaco calentado, bolsitas de nicotina y pipas de agua al tabaco tradicional en cuanto a publicidad, promoción, patrocinio y prohibición de uso en lugares públicos cerrados”. Piden también un “etiquetado claro” sobre los efectos nocivos de estos productos, la inclusión de advertencias sanitarias en las producciones audiovisuales con escenas de tabaco y nicotina y transparencia sobre financiación de la industria tabaquera y sus aliados en cualquier aspecto cuando aparezcan estas escenas.

Sanidad quiere prohibir fumar en terrazas, vehículos comerciales, campus universitarios y zonas de ocio al aire libre | Sociedad
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